La junta directiva de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) ha mostrado su preocupación por el futuro del sector de la industria cementera, a raíz de las limitaciones y dificultades que vienen padeciendo tres de las siete factorías que operan en la comunidad, y ha apostado por la valorización y tratamiento energético de residuos para disminuir sus costes de producción, dada las trabas administrativas a las que están siendo sometidas en sus respectivos municipios.

Según destaca la CEA en un comunicado, el hecho de que estas fábricas no puedan optar a dicha valoración pone «en riesgo» tanto el empleo como el mantenimiento de la ubicación de los centros de producción, abocando a un «proceso de deslocalización que incidiría en la debilidad del sector industrial andaluz».

La valorización energética de residuos es el uso de combustibles que provengan de dichos residuos, que no tienen opción de ser reutilizados ni reciclados siendo, por ello, una fuente de energía más económica que, además, garantiza seguridad para las personas y una afección mucho menor en el medio ambiente.

En España, de las 33 fábricas de cemento que operan, sólo cuatro presentan problemas a la hora de valorizar, dándose la circunstancia de que tres de ellas se encuentran en Andalucía: Niebla, Córdoba y Alcalá de Guadaíra. Según la CEA, estas fábricas se están viendo obligadas por voluntad de los ayuntamientos de las localidades en las que operan a desarrollar su actividad con una estructura de costes mucho mayor que el resto, «con claro riesgo de ser desplazadas fuera del mercado por ser las menos competitivas».

La CEA ha solicitado a la Junta de Andalucía una «actuación urgente y decidida» ante los ayuntamientos para desbloquear la situación «de una manera consensuada».