El líder del PP, Pablo Casado, aseguró ayer que las encuestas de su partido para las elecciones andaluzas «son buenas» aunque aún «no son óptimas», y prometió que si suma con Ciudadanos, aunque ninguno sea la fuerza más votada, intentará «un gobierno alternativo» al PSOE. Aunque recordó que su partido es el que defiende siempre que gobierne la lista más votada, señaló que son los demás partidos los que no quieren esta reforma y por eso defendió que el PP no suba «al ring con una mano detrás» en esta carrera electoral.

En un desayuno informativo organizado por Europa Press, Casado afirmó que su partido es «el único que garantiza la alternancia» a los 37 años de gobierno del PSOE en Andalucía y recordó que Ciudadanos apoyó a Susana Díaz «hasta anteayer». El líder popular dijo que aspira «también a ganar estas elecciones» en Andalucía, y recalcó que el PP «es el partido con más experiencia de gestión» porque ha gobernado «las tres quintas partes» de los ayuntamientos de esa región.

En la misma línea, el líder del PP andaluz y candidato a presidente de la Junta, Juanma Moreno, afirmó ayer que su partido «tiene toda la legitimidad» para gobernar Andalucía, «independientemente» de que no sea la lista más votada en las elecciones del 2 de diciembre. Moreno dijo estar «muy optimista y con mucha ilusión» porque todo indica que «por primera vez en 40 años de autonomía» habrá un «bloque de cambio» para sustituir al PSOE del gobierno andaluz.

ARRIMADAS EN SEVILLA / La portavoz nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se mostró ayer «convencida» de que Andalucía se enfrenta el 2-D a las elecciones «más importantes» de los últimos 40 años y sostuvo que los comicios son «una oportunidad histórica» para los andaluces. Durante un desayuno informativo en Sevilla junto al candidato a la presidencia de la Junta, Juan Marín, la líder del partido en Cataluña dijo que «toda España está mirando a Andalucía porque no se puede pretender tener un proyecto para España sin tener un proyecto para Andalucía». Por su parte, Juan Marín se mostró dispuesto a hablar con el PP andaluz después de las elecciones del 2-D «si hay voluntad de cambio», pero recordó a los populares que «si quieren que todo siga igual no podrán contar con Cs».

Y la presidenta andaluza, Susana Díaz, acusó ayer a los dirigentes nacionales del PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente, de estar en una «pelea de gallos» por ver quién ocupa el espacio de la derecha, y espetó: «Les da igual lo que voten los andaluces, lo van a despreciar». En una entrevista en RNE, Díaz dijo que le llama la atención que «voten lo que voten los andaluces lo van a despreciar porque lo que quieren es generar inestabilidad, les da igual los resultados, su intención es bloquear», denunció Díaz.