El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, defiende que el Impuesto de Sucesiones y Donaciones «debe desaparecer en España» porque considera que «es una zancadilla a la sucesión empresarial» y ha pedido a la Junta de Andalucía que, mientras esto ocurra, en la comunidad se bonifique al 99 por ciento.

En una entrevista con Europa Press Televisión, Amor ha señalado que esta tasa constituye «una losa a aquellos emprendedores autónomos que dejan un negocio de padres a hijos», por lo que ha reiterado su demanda para la supresión total de este impuesto.

Junto a ello, ha demandado la bonificación al 99 por ciento en Andalucía «como está en otras comunidades autónomas», toda vez que «no hacerlo supondrá crearle a muchos andaluces una reunión y para otros supone no poder heredar lo que sus familias trabajaron en vida».

Asimismo, el presidente de ATA ha calificado como «muy demagógico decir que el impuesto de sucesiones es solo para ricos», cuando es algo que «no es verdad, pues conozco muchos autónomos que no han podido heredar de sus padres por no poder hacer frente al impuesto en Andalucía».

«Espero que en los presupuestos de Andalucía del próximo año el impuesto de Sucesiones sea historia», ha aseverado Amor, que ha insistido en que esa supresión «es buena para todos, sobre todo para autónomos, emprendedores, agricultores y muchos ciudadanos que viven una verdadera losa cuando fallecen sus padres y les toca heredar lo que ellos durante muchos años con sufrimiento, trabajo y tesón han conseguido labrar para sus hijos».

Amor ha recordado que la bonificación del 99 por ciento sobre el impuesto de sucesiones «está en otras comunidades autónomas y hay comunidades que lo están bonificando», aunque ha reconocido que «la competencia fiscal en este país la tiene el Estado, y que el Estado lo suprima es el fin fundamental, pero mientras ello ocurre lo primero que deben hacer es bonificar».

«No debe existir el impuesto, que es absolutamente injusto, cuando además se podrían establecer otros sistemas impositivos y ver otros tipos de financiación», asevera Amor, que reconoce que «tanto las comunidades como el Estado tiene que busca impuestos para financiarse», pero recuerda que «al igual que el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) era injusto y se suprimió, digo ahora que el impuesto sobre sucesiones y donaciones es absolutamente injusto, pues se debe volver a pagar impuestos por heredar algo por lo que ya se han pagado impuestos previamente».

A su juicio, «la justicia fiscal hay que buscarla debatiendo entre todos los políticos», por lo que ha insistido en que «mientras que no se suprima el impuesto de sucesiones, no puede ser que Andalucía tenga ciudadanos de segunda porque sigue el impuesto de sucesiones». Ha recalcado que «decir que este impuesto es de ricos es no conocer la realidad de los andaluces, pues hay muchos ciudadanos que tienen problemas para poder hacer frente cuando se hereda de padres a hijos». El presidente de ATA confía en que «2017 sea el último año donde en Andalucía no se bonifique este impuesto».