Dos embarcaciones de la Armada, provistas de alta tecnología, rastrearon durante todo el día de ayer hasta la puesta de sol la dársena del río Guadalquivir, en Sevilla, en una nueva búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo, asesinada hace ocho años por Miguel Carcaño, que cumple condena en la cárcel.

El dispositivo se puso en marcha sobre las 10.00 horas con un bote hidrográfico del buque Malaspina, que ha realizando una batimetría de esta zona del río (medición del fondo marino) para elaborar un primer mapa fisiográfico de la zona.

Se trata de un punto donde no se había buscado, la dársena del Guadalquivir muy cercana al club de remo, entre los puentes de la Barqueta y el Alamillo, donde el calado del río no supera los 6 metros de profundidad.

Este lugar está a unos quince minutos a pie de la calle León XIII, donde se ubica la vivienda en la que se cometió el asesinato de Marta del Castillo el 24 de enero de 2009, cuando la joven tenía 17 años.

Por la tarde se ha llevado a cabo la segunda fase del peinado de la zona con el barco Escandallo, un segundo registro fisiográfico con sonar de barrido lateral de alta frecuencia para finalizar la recopilación de información sobre el estado del fondo del río.

Una vez recabada la información y finalizados los trabajos de rastreo, está previsto este domingo se procesen los datos obtenidos por ambas embarcaciones y que el lunes se entregue el informe a la policía.

A partir del informe, los grupos especiales de la policía comenzarán el lunes la búsqueda bajo el agua, para lo que intervendrán cuatro unidades distintas: los buzos del Grupo Especial de Operaciones (GEO), el Servicio de Planimetría de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, Unidad de Intervención Policial (UIP), y la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla.

Las labores de búsqueda han suscitado una gran expectación y a primera hora acudió el padre de Marta, Antonio del Castillo, el abuelo y otros familiares.

La Policía sospechó desde el primer momento de que el cadáver de Marta podría haber sido arrojado al Guadalquivir, aunque el asesino confeso, Miguel Carcaño, ha dado múltiples versiones de su posible paradero.

Sus restos fueron buscados en otras zonas del río, en un vertedero, en la denominada Ruta del Agua, en Caño Ronco, en la finca Majaloba de La Rinconada y en una escombrera de Camas, además de otras zonas próximas a la capital sevillana donde los rastreos se abandonaron pronto por la inconsistencia de las pistas.

El nuevo dispositivo se ha puesto en marcha después de que el juez de instrucción 4 de Sevila ordenara la semana pasada buscar en esta zona no rastreada del río, atendiendo a la petición de la Policía. Este se basa en un informe realizado de un técnico que intentó localizar el cuerpo de la joven mediante un georradar en la dársena del río, no afectada por la corriente fluvial, y cuyos resultados apuntan la posibilidad de que existan restos humanos en la zona.