El consejero de Economía, Hacienda y Administración Pública, Antonio Ramírez de Arellano, aseguró ayer que la elaboración de los presupuestos de Andalucía para 2019 se encuentra «dentro de la absoluta normalidad», al tiempo que indicó que será «expansivo», con un aumento de los ingresos del cuatro por ciento, aunque están «pendientes de matices» que llegarán del Gobierno central.

Así lo señaló en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlamento andaluz y un asunto que amplió en comisión parlamentaria a petición de una comparecencia del PP-A. El consejero apuntado que los presupuestos recogerán «un incremento en las partidas de empleo, sanidad, educación y dependencia y que mantendrá la recuperación de derechos de empleados públicos y de los ciudadanos». Arellano explicó que los trabajos para las cuentas andaluzas de 2019 están en fase administrativa y la fecha límite para llevarlos al Parlamento es el 31 de octubre. En este sentido, recordó que el trámite interno comenzó en el mes de mayo y las Consejerías aportaron los datos correspondientes para la parte del gasto.

«Todo va dentro de la absoluta normalidad y su elaboración culmina cuando el presupuesto llega al Parlamento y los grupos toman la palabra y lo aprueban o no», indicó. Sobre si habrá negociaciones con otros partidos políticos, el consejero indicó que «aún no se está en ese momento» y son la Presidencia y la Vicepresidencia de la Junta quien mantiene esos contactos.

En su turno de palabra dentro de la comisión, el diputado del PP-A José Antonio Miranda reclamó al consejero que despeje dudas sobre la capacidad del Gobierno para presentar presupuestos y aprobarlo, teniendo en cuenta que «el PSOE no tiene mayoría absoluta para su aprobación y tendrá que pactar con algún grupo». «¿Ha mantenido reuniones con algún grupo? Con PP, no», señaló. Llamó la atención sobre el nivel de los impuestos en Andalucía frente a otras comunidades y que, «además, el consejero quiere consolidar, lo que supone consolidar la discriminación de los andaluces».