El abogado Francisco Torres, letrado de los padres del niño Gabriel Cruz, afirmó ayer que tanto Patricia Ramírez como Ángel Cruz «han abierto una especie de brecha de esperanza de que se puede ser incluso extraordinariamente digno en un asunto tan macabro como éste». Así lo aseguró a los medios el abogado tras abandonar junto a su hermano y socio, Miguel Ángel Torres, la Ciudad de la Justicia de Almería, donde prestó declaración como testigo la abuela paterna del menor asesinado en Las Hortichuelas Bajas de Níjar (Almería), Carmen Sicilia.

El abogado declinó trasladar parte del contenido de dicha declaración porque «el asunto está bajo secreto de sumario y, consecuentemente, poco se puede decir en cuanto a eso. Nosotros queremos transmitir el pesar y el dolor de una situación tan horrible que con dignidad han llevado tanto Patricia como Ángel», dijo, apostillando que lo que espera es que «se haga justicia aunque al pobre Gabriel nadie lo va a devolver ya».

Destacó que se trata de una situación «horrorosa y dolorosa» para los padres y la abuela, por lo que espera que «ese mensaje de dignidad se mantenga en el tiempo, ese mensaje transmitido por Patricia y Ángel, y que ese rayo de esperanza al que hacía alusión, valga un poco para que la gente sea más solidaria, más generosa, que no pasen cosas tan horribles como esto».

Lo poco que se conoce de la declaración de Carmen Sicilia es que no fue muy larga puesto que comenzó a declarar a las 12 del mediodía y unos 45 minutos después ya había concluido, y que tuvo lugar en una sala contigua al juzgado de guardia.

Torres sí descartó que por el momento haya más declaraciones de familiares y vecinos, y dijo que, aunque tenga buena relación con los abogados de Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte de Gabriel, no le interesa «absolutamente nada en un sentido u otro» lo que digan éstos. «Nosotros tenemos nuestra forma de llevar a cabo la acusación y en todo caso, sí que quiero transmitir eso como mensaje fundamental. Ese tratado sobre la dignidad que han escrito tanto Patricia como Ángel, en esas circunstancias tan extraordinariamente duras, que persista, que se mantenga», incidió. Por ello, pidió que no se busquen «tantas cosas raras como habitualmente se publican» porque «hay gente normal que sufre» y con eso es con lo que hay que quedarse.

Por su parte, el abogado de Ana Julia Quezada, Esteban Hernández Thiel, reclamó una vez más «serenidad» porque «la única manera de impartir justicia y que ésta sea justa es desde la serenidad». Sobre la declaración de Carmen Sicilia afirmó que ha habido en ella «sentimientos personales que hay que respetar mucho». Reconoció que siempre es «duro» para los afectados porque «cuando se comete un delito, sufre mucha gente».

Sobre un posible traslado de su cliente a otra prisión, dijo que “es una interna como cualquier otra en un centro penitenciario», aunque reconoció que el aislamiento es un «régimen duro».