Ana Julia Quezada llegó a negar su relación con el crimen de Gabriel Cruz incluso en el momento en que las fuerzas de seguridad abrieron el maletero del coche que conducía y, tras levantar una manta, apareció el cuerpo sin vida del pequeño. Sus primeras palabras fuerono que alguien le había colocado el cadáver ahí sin que ella lo supiera, porque venía de la playa. No sabía en ese momento el exhaustivo seguimiento que le habían realizado hasta entonces.

Según este agente, Ana dejó a su actual pareja, Ángel Cruz, en un hotel y que de ahí ella se fue en el vehículo hasta una finca de la familia. Los agentes, escondidos, tomaron fotografías y videos de todo cuanto hacía. Ya llevaba en la manos la manta en la que después sería encontrado envuelto el cadáver de Gabriel. Desde la distancia, no pudieron asegurar con certeza qué envolvía en la manta, así que mantuvieron el operativo de seguimiento.

"Abra el maletero"

Las fuerzas de seguridad decidieron intervenir cuando Ana estaba a punto de entrar en otra finca. Entonces, rodearon el vehículo y le pidieron que abriera el maletero. Al parecer, lo hizo ella. Lo primero que se veía era la manta. Uno de los agentes la levantó y ahí estaba Gabriel, cubierto de barro.

Fue entonces cuando Ana trató de improvisar una última y deseperada coartada, la de que no sabía qué hacía el niño en el maletero. Fue un momento de gran tensión. Algunos de los presentes rompieron a llorar de rabia y uno de los policías dio un fuerte golpe contra el cristal del coche. Según algunos vecinos que pudieron seguir desde las ventanas de sus domicilios aquella escena, algunos agentes de paisano se derrumbaron emocionalmente y se abrazaron al saber que el pequeño estaba muerto. Ana fue detenida y esposada sobre el capó, como se puede ver en un vídeo grabado desde un balcón de un piso cercano al lugar de los hechos.