El Premio Nobel de Física francés Gérard Mourou, que trabaja en el desarrollo de la luz láser más potente del mundo, ha calculado, en una entrevista con Efe, que con esta aplicación podrían descontaminarse los residuos nucleares en un plazo de veinte años.

Los experimentos actuales con la denominada «luz extrema», liderados por laboratorios europeos, podrán culminar los primeros ensayos en esta aplicación concreta en el plazo de cinco o diez años a partir de ahora, y luego se precisarán diez años más para construir las plantas apropiadas para el tratamiento de los residuos nucleares.

Para la «transmutación» de los residuos nucleares (despojarlos de radiactividad), este láser avanzado permitirá hacer que partículas como los neutrones se hagan más compactos «para acortar su tiempo de nocividad» y reducir la vigencia radiactiva de millones de años a sólo años, con lo que se solventaría el problema de la energía nuclear, la duración de los residuos contaminantes. «La energía nuclear es la mejor energía siempre que sea la energía más limpia, siempre que se puedan transmutar sus residuos», ha señalado el Nobel, que ha visitado la Universidad de Sevilla, donde ha conferenciado con alumnos y profesores de su especialidad.