Con la que estaba cayendo de lluvia a las 10 de la mañana de ayer, que 1.700 participantes tomaran la salida de las 2.500 inscritas ya habla del éxito que supuso la 3ª Carrera Pink Running de Córdoba, organizada por Cadena 100 con motivo del próximo Día Internacional de la Mujer. De hecho, la lluvia de este año no hizo sino reforzar ese mensaje reivindicativo de la condición de la mujer, su fortaleza, decisión y capacidad. Especialmente llamativa fue la salida, donde las congregadas (con muchos hombres que corrieron solidarizándose con las mujeres) tardaron casi tres minutos en partir por el ancho pasillo dispuesto.

La prueba, que tuvo como inicio y meta la Plaza de las Tres Culturas, fue ganada por segunda vez por la joven Irene Rancaño (ya quedó primera en el 2016 y segunda en el Pink Running del pasado año), corriendo los 5 kilómetros del itinerario de la prueba en 19’ 25’’. Se trata de un mérito que no hay que olvidar, aunque la carrera en sí, como es la filosofía de la prueba desde su primera edición, tenga también un espíritu festivo, reivindicativo y popular, recordaba ayer Gabriel López, director de la COPE y Cadena 100 en Córdoba.

El acto contó con el locutor Antonio Hueso como conductor del evento (posiblemente el más selfiado de la jornada, valga el palabro), todo ello en un evento que terminaría con la entrega de premios y la actuación de Los Aslándticos, con temas de su último trabajo, Aquí y ahora.

Por supuesto, una prueba de estas características tan peculiares, y más aún en el lluvioso día, estuvo plagada de anécdotas. Y no solo las deportivas que se produjeron durante la carrera. Así, y es solo un ejemplo, en la línea de meta el público que esperaba no se limitaba a los patrocinadores o a los responsables de la organización. Toda una escena: numerosísimos padres con los hijos esperando a que sus parejas entraran por la meta. «Ahora viene mamá, que ha ido a correr», le decía José a su pequeñísima hija Leire, ya inquieta ante la ausencia desde hacía unos minutos de su madre, Loli». Otra anécdota: José Gutiérrez y Gema López esperaban a la salida recordando que en un día lluvioso como el de ayer, más que el agua y la bebida energética ofrecida, hubiera venido de miedo en la meta «algo calentito» para reconfortar al corredor.

Y por supuesto, no todo fue correr y cantar. En las redes sociales un grupo de participantes protestó porque las tallas de las camisetas que ha proporcionado el fabricante este año eran «más para modelos» que para «mujeres reales», además de que les hubiera gustado que la prueba se hubiera aplazado para un día sin lluvia.

En todo caso, fue una carrera en la que las mujeres, aún antes de tomar la salida, ya habían ganado. Algo que pocas veces se ha podido decir en esa larga lucha por la igualdad.