La cordobesa Constanza Baena, natural de Lucena, es una amante empedernida de la música y el medio ambiente. A sus 75 años se ha unido al coro Los Ecoclásicos.

Una iniciativa creada por Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España, la Fundación Lares y la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio, ambas con el objetivo común de mejorar la calidad de vida de las personas mayores.

El coro busca movilizar a la ciudadanía para ser más sostenibles en el 2021. La grabación del tema Antes de ver el sol Antes de ver el sol, de Coti, tuvo lugar en la residencia de la Fundación SVSC.

Constanza, junto con el resto de los integrantes del coro han recibido durante el mes de diciembre clases de canto en su residencia con el apoyo de profesores y Ecovidrio.

Gracias a la ayuda de estos profesionales, han aprendido a calentar la voz mediante una serie de ejercicios divertidos, técnicas de respiración y modulación de voz y a cantar en grupo, coordinándose entre todos y respetando los tiempos y necesidades de cada uno de ellos.

«Se trata de una iniciativa preciosa que muestra la importancia de cuidar nuestro planeta a cualquier edad», asegura Constanza Baena.

Además de modificar la letra de la canción, Antes de ver el sol, para animar a la ciudadanía a reciclar sus envases de vidrio este 2021, Ecovidrio ha lanzado un reto solidario: si el vídeo de los Ecoclásicos alcanza el millón de reproducciones, la entidad realizará una donación de 3.000 euros a cada fundación, destinando un total de 6.000 euros a la iniciativa de Ecoclásicos.

En palabras de Borja Martiarena, director de Marketing de Ecovidrio: «La crisis del coronavirus ha golpeado con especial dureza a los mayores. Hemos querido homenajear tanto a los que se han ido como a los que siguen con nosotros haciéndoles partícipes de este proyecto. Ellos fueron los primeros recicladores y gracias a su experiencia y su afán por mantenerse activos, son los mejores embajadores para transmitir a las nuevas generaciones la necesidad de crear un mundo mejor».

Por su parte, Carmen Herrador, terapeuta ocupacional de la Fundación SVSC y coordinadora del voluntariado, señal: «Desde la Fundación, hemos acogido esta iniciativa con gran alegría ya que este tipo de proyectos son muy especiales para nuestros residentes, que este año no han tenido demasiado contacto con el exterior. La música les sirve como fuente de canalización de sus sentimientos en un año tan complejo para ellos. Este tipo de iniciativas contribuyen, no sólo de forma lúdica a mejorar sus vidas sino también les ofrece una causa en la que implicarse y sentirse útiles».