Cuando la función termina bajo la gran carpa, comienza un trabajo oculto que los espectadores no pueden ver. El día a día de un artista de circo es mucho más que el mero espectáculo ya que su jornada abarca tanto ensayos como formación académica. Una vida consagrada al circo requiere grandes sacrificios y esfuerzos aunque es posible compaginar elementos imprescindibles como la educación con el trabajo en el espectáculo. El Ministerio de Educación pone a disposición del circo un profesor para impartir clases a los hijos de los artistas, a quienes acompañan durante las giras. «Puedes estudiar hasta bachillerato, y luego puedes compaginar perfectamente otros estudios con el trabajo aquí», comenta Claudia, acróbata del Circo Alegría.
Generaciones completas han pasado por las tablas de este espectáculo que ha convertido las giras por España en su forma de vida. Moverse tanto de un lugar a otro cada dos semanas se compensa con los aplausos del público. «Conseguir que una persona se evada de todos sus problemas gracias a ti merece la pena todo el esfuerzo invertido», apunta Claudia. Cada miembro tiene su cometido, todos son imprescindibles, desde los cocineros hasta los acróbatas. Han conseguido formar una gran familia que se enfrenta a múltiples y diversas situaciones cada día. «Nos sabemos adaptar a todos los lugares a los que asistimos. Aunque no lo parezca, dentro del caos que hay en un circo, tenemos cierta estabilidad en la que nosotros estamos cómodos», afirma Denise, cantante y acróbata de la compañía.
El Circo Alegría se aleja de un elemento tradicional y controvertido como es el uso de animales en sus espectáculos. Desde hace varios años, la compañía circense colabora con Greenpeace para la protección y defensa de los animales, participando en la campaña para salvar el Ártico que la organización puso en marcha para concienciar a las generaciones futuras. «El circo tiene algo que engancha y es más difícil adaptarse a la vida de fuera que adaptarse a la vida circense», afirma Dicky Faggioni, directora artística del espectáculo. Resulta difícil calcular quien disfruta más del espectáculo, si el público o los artistas que participan en él. El mundo del circo desprende una magia y una fantasía de la que nadie quiere desprenderse y que se ha convertido en el hogar de muchos trabajadores, operarios y artistas. Innovadores y originales son características propias de los espectáculos que ofrece cada año el Circo Alegría que arriesga una vez más presentando un show acuático, que hará las delicias del público cordobés hasta el próximo domingo. Sin embargo, a pesar de tales adjetivos, la compañía se define como un circo tradicional que trata de mantener los elementos que han hecho de este espectáculo un éxito.
