Como tenemos sol que nos sobra, quiero contarles un hecho. Que este perol cumple además la misión de ser un servicio público, de ayudar al respetable y más aún al admirable, las damas en general, que sé que a veces incluso me tienen por eso que hoy se lleva tanto y que se llama un influencer, momento que aprovecho para decirles, que ni en mi casa tengo influencia o de otra manera aquello que decía el jefe de piso.

-Yo soy el que toma las decisiones, en casa, pero la que se encarga de decir, si la decisión es buena o no, lo declara mi parienta.

O sea, y no me llamen machista, que no lo soy ni mucho menos, y es por eso que de buena fuente, comunico a la respetable familia que me lee y que me atiende, y a veces también incluso hasta me comprende y me entiende.

Dado el que las cámaras de la televisión el día de la gran boda inglesa, ya saben a cual me refiero, se acercaron al guapo rostro, y no digo bello, porque era resultón, no lindo, pudieron comprobar que la futura, inmediata princesa, ya duquesa hoy, la Meghan tenía en la mejilla, muchas, muchísimas pecas, si bien no tenía que soportar el dicho que dice.

-Tenía más pecas que si hubiera estado tomando el sol con un colador.

Chulería que admitimos, y que tiene su gracia porque es metafórica y la metáfora es en el fondo y en la forma lo nuestro, así que todo el mundo a tener pecas, no muchas pero sí las suficientes, que por lo menos se vean, y que hasta para eso ya han surgido especialistas. Tatuadores mínimos, que son capaces de hacerte no un maquillaje sino un tatuaje, que te dure de verano a verano. Lo que hago público para general conocimiento. Y ahora mismo solo recuerdo el de Mickey Rooney, así de tenerlo cerca digo, cuando vino por España para hacer una película del oeste en las tierras de Almería.

Y aquí me bajo, me apeo en el sur, que me siento tan feliz de saber que a la esquiadora paisana, (María José) Rienda, tan cercana, granadina por más señas, la acaban de hacer secretaria de Estado para el Deporte en la España entera. Lo merece, me gusta mucho que así la haya elegido el ministro de cultura, andaluz, del sur del sur por más señas. Es una gran decisión, aunque no tengamos mucha nieve en nuestro paisaje, pero sí mucha dama en nuestra definición deportiva. ¡Suerte, campeona!.

Y de paso, decirles quiero, antes de que llegue el próximo partido con Marruecos, que igual, quién sabe, si el entrenador (Fernando) Hierro, que tiene una finca de caza en la frontera del mercurio, al norte de nuestra sierra morena, se decide a poner a nuestro Pepe Reina del alma, bajo los palos. Sí, sé lo que me digo, que he escuchado a los comentaristas deportivos y a la general afición.

El otro día pude comprobar que, en la plaza de Moscú, le preguntaron a un grupo de hinchas si cambiarían de portero dado que… Y uno de ellos respondió rápidamente.

-Hombre está claro, Reina está ahí para algo, no solo para el vestuario, está en su mejor momento.

Sí que debo asegurarles que el acento, incluso el sombrero, era de un paisano como poco de los Pedroches. Pero el caso es que llevaba más razón que un santo.

Mientras tanto, suena el verso incluso con su propia voz, de nuestro maestro el poeta inolvidable, Baena, en Granada. Y me lo mandan por un wass de esos y me emociono al escucharlo, al sentirlo.

Y siempre un libro que comentar. Este que me llega de la Fundación Castillejo que tanto me cuenta y siempre cierto. El libro se llama Perfiles cordobeses, y lo ha escrito Rafaela Sánchez. Es una joyita de papel. ¡Cuánta gente nuestra dentro! Hombres y mujeres, inolvidables todos, perdón, todas y todos, Rafi querida, poeta editada por Perea…

Un chute de la Córdoba amada, de la que añoro siempre, en mis viejas venas, ya como cuerdas de guitarra, de esas guitarras que han sonado, y con el eco en todo el mundo en la Noche Blanca que se fue, pero dejó su son en el globo.

¡Ay, si esas horas de plata y azul pudieran vivir siquiera, si no todos los días, por lo menos por estación! O sea, la de invierno, la de verano, la de primavera, la de otoño y la estación de tren de Córdoba, con su olor a aceite de oliva, sus buganvillas a un lado y de vez en cuando un zorzal que se acerca piando hasta tu ventana, al paso...

Meghan Markle, Pepe Reina, María José Rienda y Fernando Hierro.