-¿Tu último cómic intenta transformar a las muchachas idiotizadas por los cuentos clásicos. O al menos hacerlas reír. ¿Crees que lo conseguirás?

-No solo a las muchachas. A las mujeres y hombres que hemos crecido idiotizados. Hacer reír seguro, pero desidiotizarnos del todo, imposible.

-¿Frases como «eso no es propio de una señorita» o «esa es una zorra» no están ya pasadas de rosca o consideras que todavía las sufrís?

-Ojalá estuvieran pasadas de rosca. De momento nos las comemos más a menudo que el roscón.

-El libro pretende desaprender lo que nunca deberían habernos enseñado. Por ejemplo.

-La mujer de éxito es alguien bella, delgada y con un hombre que la ha elegido a su lado.

-Ahora hablas del instinto maternal. Dices: «No condeno que una mujer quiera tener hijos a los 30. Lo que me da miedo es que no se planteen las cuestiones previas».

-Está claro. Yo no he tenido instinto nunca, pero amigas mías que sí lo tenían me han dicho después: ojalá hubiera tenido otras metas antes de ser madre y hubiera ido a por ellas sin obsesionarme en que lo único que me movería sería tener a mi hijo.

-Deshacerse del amor romántico y de tantos tópicos. ¿Tú lo has conseguido?

-No he conseguido deshacerme del todo de ninguna desidiotización pero creo que soy consciente de casi todas. He conseguido ser fuerte para enfrentarme a situaciones que no eran justas para mí y a no callarme por miedo a perder «el amor de mi vida».

-Tu madre te educó en la cultura del feminismo: «Nunca lo dejes todo por un hombre». ¿Le has hecho caso?

-Sí, y posteriormente se lo ha aplicado ella. ¡Nunca es tarde para dejar a un hombre!

-Me llama la atención tu personaje Gordinieves. Mujer de armas tomar, con curvas y que odia la cera depilatoria. ¿Es tan real como en tu cómic?

-Es tan real como que si usted probara la cera depilatoria en las ingles y en el perineo, también la odiaría.

-Otro personaje es Zorricienta. Lleva una vida sin escrúpulos ni limitaciones. Siempre de fiestas y que siente arcadas si se le habla de bodas y bebés. Como tú dices: «Una chica abierta de piernas en una sociedad cerrada de mente». ¿Consideras que cada día abundan más?

-Sí, cada día actuamos más libremente aunque la sociedad nos siga juzgando. Por eso salimos a la calle para defender que una mujer que sale, bebe y vive la vida sexual que quiere no es una zorra ni se merece ser humillada por ello.

- ‘Idiotizadas’, aunque trata de temas de superación y con humor, también aborda temas delicados como son, por ejemplo, las efermedades de la anorexia, la bulimia o el trato psicológico.

-Son temas que se tratan poco públicamente. Recibimos mil mensajes de que estar gorda es una fracasada, pero si caes en la obsesión de estar delgada, eres una tontita. Las víctimas siempre tenemos la culpa, parece.

- Eres una dibujante muy limitada, afirmas. Con el paso de los años, ¿crees que vas ganando en recursos?

-Sí, es como con el cunnilingus. Si tu pareja lo hace fatal, puede practicar cada día y al final con algunos tutoriales le saldrá mejor.

-La Sirenita Pescada es la que se enamora y le dice al chico: «Lo dejaría todo por ti». Vamos, que conoce la letra del bolero.

-Sí, cree que el amor es lo que la hará feliz para el resto de sus días. Pero quizá cuando pasen unos cuantos echa de menos los días del pasado. A mí me parece que dejarlo todo por alguien es algo más anticuado que los boleros.

-¿Qué hay de autobiográfico y de real dentro de este libro?

-Nunca he sido una Sirena, aunque tendría parte de gracia. Lo más crudo es lo más real.

-Dime algún prototipo de mujer que exista y que nunca te has atrevido a dibujar en tus cómics.

-Tengo pendiente dibujar más historias de mujeres lesbianas y transexuales, pero me da respeto no saber contar bien lo que es estar en su piel.