Los molinos de Martos y San Antonio, gestionados por el Jardín Botánico, han sido testigos de la nostalgia e ilusión con la que aquellos que jugaban allí visitaban, años después, los lugares que tanto les habían hecho disfrutar. En la primera semana de apertura de estos molinos, han sido muchos los abuelos que han acudido de la mano de sus nietos para mostrarles dónde se divertían cuando eran niños o para recordar, ellos mismos, las anécdotas que encerraban esas paredes. Pero estos no han sido los únicos que han tenido la oportunidad de visitar estos lugares. Turistas de todas partes de España y del mundo que paseaban por el casco histórico de Córdoba han podido acercarse a los molinos para comprobar cómo funcionaban.Esto lo ha hecho posible el Ayuntamiento, que gracias a la colaboración de la Junta de Andalucía y la Comunidad Económica Europea ha podido contratar a 4 historiadoras mayores de 45 años que están encargadas de explicar el funcionamiento e historia de los molinos a aquellos visitantes que no lo conocen.

El Molino de San Antonio ha recibido, en la primera semana de apertura, 225 visitas, de las cuales la mayoría son turistas extranjeros. Esto se debe a la localización del molino, cercano a la parada de autobuses turísticos. El Molino de Martos, por su parte, ha recibido, en estos primeros días, un total de 130 visitantes, generalmente locales y familiares, que acudían a recordar cómo eran estos molinos. Estos datos, según la teniente de alcalde de Casco Histórico y Patrimonio del Ayuntamiento, Laura Ruiz, han sido bastante positivos, comparados con otras etapas de apertura del molino en las que el Botánico ha organizado visitas, y dado que el turismo de la ciudad en estos meses no se encuentra en la temporada más alta, sus cifras de visitantes son mayores en otras épocas del año. La institución espera que las visitas sigan creciendo y que sean más las personas que tengan la oportunidad de poder conocer los molinos.

Desde el Ayuntamiento, están trabajando y viendo la posibilidad de darle más contenido a los molinos y a la zona del río en general. Dentro de los planes para mejorar la zona está, la limpieza del río, así como trabajar en el molino de la Albolafia, limpiar toda la zona de los Sotos de la Albolafia y mejorarla.

El principal objetivo, según Laura Ruíz, es «indiscutiblemente darle vida a este entorno y ordenar el casco histórico, incluyendo el río en él. Estamos trabajando en proyectos para hacer todo esto posible», afirma la concejala.

Una de las encargadas de explicar el molino muestra el interior del de San Antonio. Foto: FRANCISCO GONZÁLEZ

Algunos de los visitantes del Molino de Martos lo contemplan con la historiadora. Foto: FRANCISCO GONZÁLEZ