Concepción Aroca Luque se llevó anoche una merecida sorpresa cuando, al llegar a un acto organizado por el Aula del Vino, este colectivo le comunicó que había sido elegida Señora de las Tabernas, en su decimoséptima edición. Conchi, como es conocida en toda Córdoba, ha sido la dueña desde hace más de 55 años del bar Bocadi, junto a su marido, Rafael Sánchez de la Haba (ya fallecido), negocio que ahora regentan dos de los cuatro hijos de este matrimonio. El presidente del Aula del Vino, Manuel María López Alejandre, señaló en este acto que "los cordobeses que amamos las tabernas tenemos mucho que agradecer a esas mujeres que se han desvivido desde la madrugada hasta la noche por dar a conocer con su esfuerzo los valores de la gastronomía cordobesa. Son esas abnegadas trabajadoras, como Conchi Aroca, las que han sabido dar renombre a platos como el salmorejo, el rabo de toro o las berenjenas".

La presentación de Conchi Aroca corrió a cargo del párroco de la iglesia de la Compañía, Fernando Cruz- Conde, que mantiene una estrecha amistad con la familia de Bocadi. Un negocio conocido en toda Córdoba por sus suculentos y variados bocadillos, a precios asequibles. La recién elegida Señora de las Tabernas nació en el barrio de Santa Marina, entre toreros y piconeros. Conchi se inició en el mundo de las tabernas junto a su marido, aunque ella era sastra y él, funcionario de Justicia. Pronto se hicieron conocidos sus guisos de callos, manitas, rabo de toro y las doradas tortillas de patata y cebolla. Ambos estuvieron al frente de la taberna San Zoilo, en la calle del mismo nombre, hasta que en 1959 Rafael y Conchi decidieron alquilar un local en la calle Conde de Cárdenas, naciendo de ahí Bocadi. A mitad de la década de los 90, Rafael y Conchi alquilaron un local algo más arriba junto al que ya tenían, quedando el negocio tal y como se mantiene en la actualidad. Tal es la importancia de Bocadi que en las revistas de feria de la caseta El Abrevaero aparecía entre los teléfonos de urgencia el de este local de comida, junto a los de Policía Nacional, Policía Local o Bomberos. A Conchi, que ya tiene 88 años, tantas décadas de trabajo le han pasado factura a la salud, teniendo que ser operada tres veces de varices y dos, de prótesis de rodilla. Sin embargo, lo que no ha perdido en estos años son sus cualidades para la cocina. Por eso, anoche, el Aula del Vino le rindió merecido homenaje.