En el marco de la celebración del 60 aniversario de Manos Unidas, su delegación en Córdoba ofrece hoy a las 20.00 horas en el centro parroquial San Miguel la conferencia La mujer, impulsora del futuro en África, a cargo de la misionera colombiana María del Prado Fernández Martín, con más de 20 años de experiencia.

-¿Cuál será el eje central de su conferencia?

-En la conferencia hablaré de cómo la mujer es uno de los motores esenciales en el desarrollo de África. Intentaré hacerlo desde la experiencia de haber trabajado todos estos años en dos países, el Chad (14 años) y República Democrática del Congo (6 años). Será algo sencillo partiendo de aspectos muy positivos y muy evidentes, luego intentaré subrayar algunos aspectos de la cultura que, desde mi punto de vista, son un hándicap para el desarrollo global, en general, y en particular para la mujer.

-¿Por qué la mujer tendrá un papel clave en el futuro de África?

-Desde mi punto de vista, la mujer tiene una visión más a largo plazo. El hombre ve más lo inmediato, las necesidades del día a día (esto es una generalización, ya lo sé). La mujer tiene un potencial escondido muy grande, y es como si ella misma se estuviera dando cuenta de ello y quisiera ser la protagonista de su desarrollo.

-Tras más de 20 años como misionera en diferentes zonas de África, ¿ha notado una evolución después de todos estos años?

-En general sí he visto una gran evolución. Quizás donde más se ve es en el Chad. A pesar de que no todo es perfecto, una tiene la impresión de que la vida ha evolucionado a mejor: hay mejores estructuras, mayor educación, mayor acceso a escuelas, universidades… En el Congo, una tiene la impresión contraria, de que antes la gente vivía mejor que lo hace ahora. Aspectos esenciales como la salud o la enseñanza dejan mucho que desear. Hay muchas zonas de inseguridad…

-De entre las zonas que ha visitado, ¿cuál le ha afectado más o considera usted que se encuentra en una situación más peligrosa?

-Cuando llegué al Chad, yo viví el golpe de estado de Idriss Deby, el actual presidente. La situación era peligrosa, había grupos armados por todos los sitios. Hoy día, la situación ha mejorado en cuanto a seguridad. En el Congo realmente te das cuenta de que la inseguridad está ahí y te acecha.

-¿Qué conlleva ser misionera y dedicar su vida a los demás?

-Conlleva de todo, aspectos positivos y menos. Personalmente destaco el sacrificio de dejar tu país, tu gente, familia, por ir a un sitio del que no sabes absolutamente nada. Pero eso se compensa con la profunda satisfacción que se vive entregando tu vida a los demás, y además haciéndolo por amor al Evangelio.

-¿Cómo llega a colaborar con Manos Unidas?

-Manos Unidas para los misioneros es un punto de referencia importante. Ya en la misión, en muchos casos, se colabora con ellas. Aquí en España me es fácil estar en contacto con ellas por el tipo de trabajo que realizo con el SCAM (Servicio Conjunto de Animación Misionera).

-¿Qué podemos hacer desde aquí todas aquellas personas que queremos ayudar a esas zonas del tercer mundo que lo necesiten?

-Creo que se puede colaborar de muchos modos. Uno de ellos sería mirando el estilo de vida que tenemos, se puede vivir con menos, con más sencillez y no nos vamos a morir. También mirar al otro como un ser humano que ha tenido la mala suerte de estar al otro lado de la historia, pero le podría haber pasado a cualquiera… Todos somos hermanos. Mirarnos así, con solidaridad…