A mí las chanclas que más me han gustado son las de Frank Cuesta, Frank de la Jungla, que por cierto acaba de echarse novia en Tailandia, aunque tiene a la mujer, la pobre, en la cárcel. Estas zapatillas permiten también esa cosa tan horrible, al menos para mí, de llevar calcetines de lana. Es difícil de entender pero ya se sabe, cada uno es cada uno, o mejor, «ca uno es ca uno», como dicen que decía ese cordobés que parecía decir todo siempre, y que se llamaba El Guerra, que de torero llego a ser gobernador y cuya casa en el campo cerca del puente veo caerse, ruina viva, cada día que paso a su altura.

Y de chanclas nada de nada para la próxima historia. Que a nuestra Blanca del Rey, le dieron la otra noche en La Unión, en la ONU del Flamenco, uno de los premios del Desplante, que para desplantes el suyo, cuando acababa de bailar, o cuando le daba la gana en aquel Corral de la Morería, de mi memoria…

Por cierto, y no es por meterme en donde no debo, vamos a ver ¿pero es que aún no tenía aire acondicionado el cuartel de la Guardia Civil de Córdoba? El alcalde, por lo que leo, lo ha pedido a quien corresponde. Todo por la patria, vale, pero fresquitos donde casi siempre dan las máximas. Lo digo porque en mi pueblo, Piñar, dicen que donde yo nací fue en el cuartel de la Guardia Civil, donde vivía mi madre, Lola. Por cierto Lola es el nombre que le va a poner Toñy Moreno a su niña cuando nazca, que ya mismo será noticia. Bueno, pues lo dicho, que la noticia, y la petición, también la dejo aquí por escrito a ver si El Perol sirve para algo, porque servidor, que tiene el tricornio de oro de la Guardia Civil, fue el que en su día dijo en el cuartel de los verdes, en el mismo corazón de Granada, que este cuerpo no tuvo nada que ver en el asesinato de García Lorca, aquel que dijo «Córdoba, lejana y sola». Que ya se queda antiguo, pero que en muchas cosas es cierto.

Y Álvaro de Marichalar se ha puesto en marcha en la mar para dar la vuelta al mundo en una moto de agua. Debo decir que yo hice con él, a su vera, aquella aventura náutica, única ya, de Cádiz a Canarias, en una de estas máquinas también, pero yo, eso sí, la honestidad lo primero, a su vera, en una lancha magnífica. Dos días de mar, vomitando, pero a pie de obra. Es lo que yo digo siempre, que de haber nacido 500 años antes habría ido en el barco de Elcano y de Magallanes.

Antonio Banderas ya está en los 59 años y es un valiente, ya lo saben, que ha dicho hace unos días: «Me gustaría volver a tener un negocio en Córdoba y abrir las puertas de un cine que también sirva para teatro». Lo dicho, un héroe de su tiempo. Y además, que tiene en el corazón metido que quiso hacer Boabdil, el de la torre, preso, en el campo cordobés ya saben.

Me permito una frase por si les sirve para algo y que recuerda en algo el bolero de Lucho Gatica: «Relax, no marques las horas».

Me entero de que Pastora Soler, tan linda, tan artista, tan del Sur, va a tener una criatura. De lo que me alegro tanto, entre otras cosas porque la entrevisté aquel hotel de la Judería, cerca de la muralla, cuando le escribí aquello que era mas que un piropo, para Hola, hace ya unos años: «Niña, pastora, ¡no sabes cuando me gustaría ser oveja de tu rebaño!». Lo dije entonces y lo repito ahora. Con esta locura de ahora que se me viene a la cabeza, mas loca que nunca.

¿Por qué no hermanar nuestro caballo de tierra con el caballito de mar? Yo tuve uno, de los de verdad, de los ojos saltones, y lo regalé a la madre de mis ultimas nietas, Macarena y Paula… la locura otra vez, de los abuelos y los nietos.

Me gusta no saben cuanto leer a mi secreta devoción, doña Rosa Luque, que sé que está ayudando mucho en la Real Academia de Córdoba, aunque como siempre, en su tono callado y eficaz, pero que resplandece, brilla cuando escribe…. leo este dicho que sin ser mío me gusta mucho. Siempre una línea lírica viene bien en un texto con chanclas: «Las perseidas es cuando Dios está llorando».

Mercadillo del domingo es este sin duda, palabras a bajo precio. Aunque el aire sea naranja, en la tierra de los mas hermosos limones del planeta que ya saben como le llamaba yo, a la hija de José y Rocío, que hoy es noticia todos los días, en la televisión, sobre todo, cambie de novio o no, la Niña de los Limones. Y ¿saben por que? Pues porque cada día que iba a verlos a Yerbabuena, que eran muchos, por cierto, la niña bonita lo recogía de un limonero que les había regalado Paloma San Basilio, por lo que es noticia también estos días por su valiente defensa del tenor acusado, Plácido Domingo, al que he conocido y tratado y entrevistado mucho. Y termino, que ya era hora, y voy a buscar mis chanclas de estar por casa.

La bailaora cordobesa Blanca del Rey, el empresario Álvaro de Marichalar, el actor Antonio Banderas y la cantante Paloma Soler. Fotos: MANUEL MURILLO / PACO POYATO / EFE / EUROPA PRESS