Detrás de un pequeño comercio siempre hay una peculiar historia con el esfuerzo y sacrificio grabados a fuego entre sus supervivientes. La historia de Calzados Montilla va solapada a la biografía de una familia dedicada a la venta de calzado en Córdoba desde hace más de un siglo. Calzados Imperio y Rafael Montilla fueron los encargados de poner la primera piedra, allá por 1914, en la anterior calle Málaga, actual Cruz Conde. Su bisnieto, José María Montilla e hijo del actual propietario, alega como motivos de la ruptura de esa línea sucesoria «tener un trabajo fijo, además de ser muy sacrificado» este tipo de negocio. Imposible no recordar por el gerente el bullicio comercial en los años que el recinto ferial quedaba enmarcado en el Paseo de la Victoria. «Las ventas con la feria en ese lugar y en esa época eran brutales», afirma. Los propietarios rememoraron ayer los días frenéticos en la liquidación de Calzados Montilla en el 2003, cuando se trasladó a la calle Claudio Marcelo 19, ya con el nombre de Calzados Mayoral. Atrás quedaría la famosa marca Teyra, fundada por sus antepasados y que quedó marcada en unas bolsas, «ya míticas de la ciudad», según evocó José Mayoral. Ahora, ya perduran en el recuerdo de los cordobeses. Un cierre por jubilación, aunque con la sombra de las grandes superficies a sus espaldas, que incrementó la competencia y redujo los márgenes. Además, el trasvase de la zona comercial a Gondomar y Concepción afectó al emplazamiento de un establecimiento significativo, situado hasta su cierre en la calle Claudio Marcelo. En uno de los últimos días que abrió sus puertas, mientras unos empleados se encargaban de recoger los últimos estantes, una religiosa recibió zapatos y materiales útiles para sus quehaceres diarios. «Avisé a mis amigos de que próximamente habría liquidación», comentó José Luis, hijo del dueño. Pero la función social de un comercio local llega hasta el fin de sus días. Los zapatos sobrantes los destinó a congregaciones religiosas. Clientes de renombre como la actual vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, tuvieron el placer de dejarse aconsejar por José, que tiene anécdotas recordadas de puertas para adentro que quedarán en su retina y en la historia del calzado cordobés. Ya nadie le quitará el privilegio de haber sido la tienda que más zapatos de novia vendió en Andalucía en un solo año en la época de los 80. Calzados Montilla siempre a sus pies era el lema de la empresa, como cuenta José María, orgulloso de esos 104 años de historia. Ni la globalización ni la irrupción del comercio electrónico será capaz de borrar de la memoria de los cordobeses la elegancia con la que Zapatos Mayoral vendió sus artículos, ya fuera un mocasín o un zapato de salón. Es el epílogo de otro comercio con gran raigambre de los que siguen desapareciendo en Córdoba.