Así los tengo estos días. Prefiero la frase hecha a la otra que dice tengo la piel de carne de gallina. Lo de las escarpias es mucho más fuerte y obedece, generalmente, a dos tipos de razones. Una, por emoción insuperable, para buenas; otra, porque es el escalofrío de la emoción de lo que pasa, de lo que ocurre, de lo que forma nuestro derredor. Por eso hoy este título, que de las dos vengo.

Por ejemplo, para empezar, los 100 años de Manolete. A pesar de lo que fue su muerte, su vida siempre asoma en el resplandor del recuerdo. Córdoba lo sabe y, digan lo que digan, lo comenta, lo vive y lo multiplica. Me parece muy bien que sea su año, el que contamos, lloramos y vivimos al mismo tiempo. No sé por qué he recordado de pronto aquel traje de luces, creo que blanco y oro, en la plaza de toros limeña de Acho, aquella tarde con Conchita Cintrón, la torera a caballo, rejoneadora peruana, con aquel ramalazo aún de sangre seca en la ingle. ¡Quise tanto, quiero tanto a Manolete, sin haberle conocido en persona!

Me agrada saber que la mujer más anciana del mundo vive en Barcelona y es de Puente Genil. Doña Ana Vela Rubio tiene cumplidos los 115 años, a ver si es que debe su fuerza a la carne de membrillo pontanesa.

El pregón de las fiestas de mayo de Susana Córdoba ha gustado. Además de guapa es lista. El azar del azahar también hubiera sido un buen título. Como lo es esa marca Mi barrio es Córdoba. El mundo entero es un gran patio, un patio de vecindad, y barrio es una palabra hermosa que debemos cultivar.

El otro día me traje -truje decían en mi pueblo- un ajo de los de Monturque. Y como tengo el premio del Día del Ajo de las tierras de La Mancha, de hace ya tantos años, quiero que sepan que me han dicho que el ajo de Monturque es el mejor de los mejores. Dicho queda y por escrito.

Reaparece Marian Conde y doy de ello noticia. Me gusta, no saben cuánto, saber de ella, en el grito de la memoria. Suerte y ánimo, que fuiste de las mejores. Una voz para la copla siempre es una buena noticia.

Leo en el AVE la revista Fashion, que es una de las mejores, de la casa ¡Hola!, y en ella se escribe textualmente esto que copio con un cierto descaro: «El sombrero cordobés vuelve con más fuerza que nunca. Se ha visto en París, en el último salón de la moda, y en Tokio, de todas formas y firmas. De paja, de cenefa, de terciopelo, de fieltro y de lona, incluso. Pura pasión española». A ver si por fin un día me acerco a que me tomen la medida de esta cabeza mía tan rota, tan llena de cicatrices, de las de fuera y las de dentro. Y les juro por mi madre que lo voy a llevar de calle, por donde mi cuerpo, que antes fue serrano, ande.

Viajo en el tren con la duquesa de Montoro, Eugenia Martínez de Irujo, hija de la duquesa de Alba. Nos abrazamos con fuerza como quien se conoce de toda la vida, y me dice: «A ver si no solo nos vemos en el AVE, Tico...». Me gusta muchísimo verla. Siempre en sus ojos pasa una ráfaga de una bella tristeza. Lleva un vestido largo, camina sobre sus plataformas que ahora tanto se llevan. Le pregunto en el oído: «¿Qué me dices de tu mascota, el marranito?» Porque tiene en su casa un cerdito al que acaricia y con el que se retrata a veces. Y me responde traviesa: «¡Ya está así de grande!». A ver si lo compruebo un día. Y les cuento, que para eso estoy.

Que no me falte saludar con todos los amores a la nueva Reina de la Federación de Peñas de Córdoba, la joven Silvia Rodríguez, 23 años en flor, ni mencionar lo que ha dicho en esta casa el presidente de mi Academia, José Cosano, que además va y se lo dice a mi queridísima y leidísima Rosa Luque, lo que es una verdad urgente y necesaria como es su argumento: «La Real Academia de Córdoba debe ser un proyecto de Córdoba». Aplausos y vuelta, jefe.

Al hilo de la exposición de la piel del toro Islero en el Museo Taurino se me vuelven a poner otra vez los pelos como escarpias. Que ya saben lo que se dice del pelo, que ahora se lleva de cresta de gallo, más que en ningún sitio en el fútbol: «Donde hay pelo hay alegría; por eso lo mejor es poder tocar pelo». Aunque se lleven los calvos como Pepe Reina, tan nuestro. ¡Qué buen entrenador que sería de nuestro club de El Arcángel!

La Feria de Mayo cada día más cerca. Queda tiempo pero ya hay que ir preparando el cuerpo. Este año hay que echar la casa por la ventana. Y desde luego cómo olvidar el V Centenario que tanto significó para Córdoba, aunque solo sea, que no es poco, por el AVE. ¡Me lo van a decir a mí!, que llevo más de 300 viajes que me permiten, como poco y aunque vaya de trabajo más lejos, ver Córdoba y abrir los sentidos a la ciudad.