La mayoría de turistas que visitan nuestra ciudad destacan, aparte de la belleza de sus lugares y su encanto, la comida tradicional de la que disponemos en casi todos los restaurantes de Córdoba. Es en este ámbito donde destaca María Ángeles García, la joven cordobesa que ha recibido recientemente el Premio Promesas de la Alta Cocina de Le Cordon Bleu Madrid, la prestigiosa escuela de hostelería. María Ángeles se encuentra cursando los últimos meses en la Escuela de Hostelería de Benahavís (Málaga) y ya seguía desde hace tiempo el premio, pero fue este año cuando decidió presentar la solicitud cuatro días antes de que finalizara el plazo de inscripción. El premio le ofrece una beca del 100% para grandes diplomas de cocina, una oportunidad única para una cordobesa que hizo de la cocina su propia terapia para afrontar algunos momentos duros y que desde los cuatro años ya sentía interés por el arte culinario.

María Ángeles cuenta que «se ofrecen tres cursos: cocina española, cocina y pastelería, entonces eliges uno de ellos y puedes hacer los distintos niveles (básico, intermedio y avanzado), pero justamente este año ha cambiado, y yo puedo elegir los niveles. A lo mejor puedo hacer un curso de cocina en un nivel intermedio y un curso de pastelería en un nivel básico, puedo ir cambiando». Todo amante de los fogones que se precie sueña con dirigir su propio restaurante algún día, y nuestra nueva promesa lo tiene claro, quiere «seguir formándose a la vez en restaurantes, que es donde realmente se aprende, y en un futuro tener mi propio restaurante». Tras entrar en el concurso, tuvo que ir realizando las distintas fases de las que consta, pasando de una carta de presentación inicial a una segunda fase donde quedaban 50 finalistas. Consistía en realizar una receta que mandaba la escuela, de la cual tenían que hacer un vídeo y, por último, la receta final. Confiesa que «aunque nos lo ponían muy cerrado porque nos daban una lista de ingredientes y unas técnicas, por lo que no podías crear, es cierto que cada uno le ha dado su toque y le ha aportado su personalidad». Cuando la ganadora recibió la noticia de que era la última finalista no daba crédito, de hecho sigue sin hacerlo, que ya afirma que «no me lo creeré hasta que no me vea allí. Yo me daba por contenta con estar entre los 10 finalistas, es que mi escuela nunca ha llegado a esa fase». Algo lógico, por otra parte, debido al reconocimiento que tiene esta escuela, María Ángeles confirma que «esta formación nos abrirá muchas puertas, porque solo con tener el título en esa escuela hay varios restaurantes que lo valoran, y más ahora que cada vez se tiene más en cuenta a la gente que tiene estudios. Te abre las puestas en Madrid y por toda España».

Pero este no es el único premio en el que ha participado la joven cordobesa, sino que ya se presentó al concurso de Marbella Crea, y este mismo año participó con una compañera en el Salón H&T, donde quedaron en segundo lugar. Dentro del sector hostelero, este premio de las Promesas de la Alta Cocina tiene un gran prestigio. A la ganadora del premio la curiosidad por la cocina le surge desde bien pequeña, ya con cuatro años le gustaba meterse en la cocina con sus padres o ver a su abuela mientras cocinaba. Además, como ella confiesa «he pasado malos momentos en mi vida y la cocina me ha ayudado a seguir adelante». María Ángeles comenzó en Córdoba formándose y trabajando en el sector hostelero y reconoce que «la formación hostelera en la ciudad está bien, lo que se podría mejorar o cambiar son los tipos de restaurantes que tenemos, porque al final Córdoba tiene una población muy antigua y siempre mantenemos las mismas cartas. Es verdad que, respecto a la formación, nos enseñaban de todo, pero cuando estaba trabajando siempre era, más o menos, la misma carta y no podía seguir aprendiendo. Entonces vi que viniéndome a Málaga, que hay playa y una mayor influencia, sí podría aprender más».