--Ya ha caminado por Córdoba, ¿qué le ha parecido desde el punto de vista de la movilidad?

--Hay zonas en el centro histórico donde es muy agradable caminar, pero no se extiende esta posibilidad a toda la ciudad porque hay áreas donde el coche es todavía demasiado predominante. No he podido ver Córdoba en su totalidad, pero en lo que respecta a movilidad me he fijado en una serie de detalles que indican que hay que trabajar la movilidad sostenible un poco más.

--¿Cómo?

--Replanteando los sistemas de regulación semafórica --longitud de ciclos para que los peatones puedan cruzar con comodidad--, o dividiendo más claramente la red de calles en vías básicas, vías locales con velocidad baja. Hay zonas ahora, en el centro, que tienen calificación de zona 30, pero habría que extenderlas a más áreas. También habría que ver si para los peatones es fácil llegar a las paradas de autobús.

--El alcalde ha suscrito la Carta Internacional del Caminar, ¿qué implica este compromiso?

--Es un paso importante porque se asumen una serie de objetivos respecto a la defensa de los derechos del peatón en la planificación de una ciudad. También abre la posibilidad a las asociaciones y colectivos de peatones de que puedan plantear sus demandas y propuestas, influyendo así en los proyectos municipales para que estos sean más sensibles a sus necesidades.

--¿Cree que la ciudadanía está suficientemente concienciada con la movilidad sostenible? Porque lo cierto es que parece que cada vez hay más coches...

--La mayoría de los ciudadanos dentro de la ciudad se mueven a pie, por lo que habría que concebir otro diseño de las calles para que estén más orientadas al peatón. Poco a poco se va introduciendo ese cambio y la gente empieza a ser consciente de que la calle también es para caminar o ir en bicicleta, y de que se puede ir suficientemente rápido en transporte público en comparación con el tiempo que se pierde estacionando en la calle.

--¿Por qué en España no está tan extendido el uso de la bici como en otros países europeos?

--Porque en España tenemos el concepto de que el coche es algo propio de las sociedades avanzadas y creemos que todos tenemos que alcanzar esta especie de sueño americano de tener coche, sin pensar en cuánto nos cuesta. Ahora, por las circunstancias económicas, hay algo más de contención en cuanto a su uso.

--¿Cómo valora medidas como el Plan Pive que persiguen, precisamente, fomentar la compra de nuevos vehículos?

--Desde las asociaciones de peatones somos conscientes de la necesidad de mantener el empleo, pero quizá habrá que buscar otras fórmulas donde se pueda crear trabajo sin necesidad de fabricar más coches. Es un reto en el que habrá que profundizar más. Quizá la solución pasaría por fabricar menos coches pero por sí más parkings o emplear más gente para hacer la ciudad más sostenible: reforma de calles, aceras, semáforos, etc.

--Como presidente de la Asociación Española de Prevención de Accidentes de Tráfico (PAT), ¿qué le parecería la creación de un Observatorio de la Seguridad Vial en cada ciudad?

--El debate de la circulación en España ha estado siempre muy centrado en la carretera y no en la inseguridad en las zonas urbanas. Hay más o menos el mismo número de heridos en carretera que en ciudad, quizá los accidenson menos graves en ciudad, pero no podemos dejarlos pasar, por eso sería conveniente.