«Ilusionada de volver a casa» se mostró ayer Rosalía, que hoy actúa en el Primavera Sound de Barcelona, ciudad donde se crió musicalmente y que ahora la recibe encumbrada por la industria musical, que la ha llevado a lo más alto sin obligarla a perder su personalidad ni su sonido, ha asegurado. La catalana más internacional del momento, que será la estrella de la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba el próximo 15 de junio, ofreció una rueda de prensa en la que muchos periodistas se quedaron fuera de la sala porque todos los medios de comunicación nacionales e internacionales presentes en el festival querían estar en la primera rueda de prensa de su gira europea, que hoy empieza en Barcelona.

Rosalía, que ha aparecido con enormes plataformas y trabajadísimas uñas, como es habitual en ella, saludó uno por uno a los periodistas que fueron tomando la palabra, ya que a la mayoría los conocía de las primeras entrevistas, cuando todavía no era conocida. Cuando uno de ellos le preguntó cómo se ve Barcelona desde las alturas, ahora que es una «reina de la música», la cantante contestó: «Yo nunca me he ido, voy y vuelvo, ahora he estado fuera, de gira, pero aquí está mi centro, mi familia». Su centro quizás esté en Barcelona, pero su música está en el mundo entero y el vídeo de su última canción, Aute Cuture, que se lanzó el pasado jueves, se hizo viral en cuestión de minutos. «Es una canción que empezamos a hacer en el 2017 y que ahora hemos publicado, sin prisa. Es un ejemplo de que mi posición en la industria no ha hecho cambiar mi sonido ni mi forma de trabajar», apuntó la artista.

Sobre esta canción añadió que las uñas excesivas que luce «son un símbolo de feminidad» que le gusta porque «son estéticas, pero también pueden ser un arma» y reflejan «la fuerza femenina». También señaló que la nueva canción «tiene que ver con la celebración, la fantasía y el humor», algo que le apetecía especialmente ahora, después de El Mal Querer, un disco con un trasfondo duro.

Estas palabras hicieron pensar a los presentes que su próximo álbum quizás sea más festivo, pero ella aclaró que, de momento, simplemente ha entrado en el estudio «para disfrutar de la música», pero todavía no sabe hacia donde irán las ideas que tiene. El último año de Rosalía ha sido de infarto: «Han pasado tantas cosas que ni me lo creo -ha reconocido-. He trabajado mucho y no he tenido fines de semanas, pero a veces las cosas son así y me gusta mi trabajo».

Todo este trabajo ha fructificado y ahora es un referente que muchas adolescentes imitan, algo de lo que Rosalía es consciente, pero hasta cierto punto. «Ser demasiado consciente puede ser un peso excesivo. Quiero estar conectada con mi entorno y aportar, pero muchos artistas han aportado de manera casi inconsciente, siendo simplemente ellos mismos», reflexionó. En este sentido, Rosalía subrayó que se esfuerza por ser fiel a sí misma y «cuidar todos los detalles» porque «la música es el centro de mi arte, pero todo lo que me apasiona lo vuelco en mi trabajo: también el cine». A este respecto, se mostró muy orgullosa de haber podido trabajar con Almodóvar en su última película.