El catedrático y político republicano cordobés Antonio Jaén Morente salvó la vida al historiador y filólogo Ramón Menéndez Pidal -reconocida figura conservadora- al facilitar su salida de España al comienzo de la Guerra Civil para que pudiera alcanzar Francia, donde comenzó un exilio que duró hasta julio de 1939.

La participación de Jaén Morente (Córdoba, 1879 - San José de Costa Rica, 1964), que proclamó la II República en Córdoba, en la puesta a salvo de Menéndez Pidal de la represión republicana en Madrid se ha confirmado en un documento suscrito por su yerno, el diplomático estadounidense Juan Leese Gorrell, dirigido al Departamento de Estado de su país.

El hallazgo ha sido realizado por Cristina Gorrell Jaén de von Zepelin, nieta del líder republicano cordobés e hija del diplomático norteamericano, que lo ha encontrado entre la documentación de su padre y que se lo ha facilitado al biógrafo de Jaén Morente, el historiador Manuel Toribio García. Cristina Gorell Jaén ha señalado a Toribio que su madre le había comentado que su abuelo le había facilitado un salvoconducto a Menéndez Pidal para que pudiese pasar las líneas del frente, pero que nunca le concretó nada más. El documento de Juan Leese Gorrell alude a que su suegro era el antiguo diplomático republicano Antonio Jaén, diputado del Frente Popular, que en los primeros momentos de la Guerra Civil había participado en salvar la vida de «muchos aristócratas españoles, tanto como figuras conservadoras, como el gran historiador español Menéndez Pidal». Toribio ha destacado que este descubrimiento ratifica la «faceta humanitaria» de Jaén, que también en Madrid «salvó la vida de los marqueses del Mérito, propietarios del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso de Córdoba, que estaban presos en la tristemente famosa checa del Círculo de Bellas Artes». Jaén tenía relación con los marqueses porque había desarrollado su tesis doctoral, presentada en la Universidad Central de Madrid en 1908, sobre el valor histórico de este antiguo monasterio cordobés.

En este caso, Jaén liberó de la checa pistola en mano a la esposa e hija del marqués y las acompañó al aeropuerto de Madrid y custodió al noble, José López de Carrizosa y Martel, hasta la embajada de Reino Unido.

El documento que sale a la luz ahora, precisa Manuel Toribio, es un escrito de Juan Leese Gorrell al Departamento de Estado de Estados Unidos cuando se encontraba destinado en la embajada de su país en París. Toribio afirma que consta que el marqués del Mérito intermedió ante la Embajada de España en Ecuador, ya al servicio del régimen de Franco, para que Jaén recibiese ayuda en su exilio, pero que no trascendió el resultado de estas gestiones. Jaén Morente y Menéndez Pidal se conocían desde 1912, cuando el historiador cordobés, autor de la primera historia de Córdoba, estuvo becado en el Centro de Estudios Históricos (CEH), que dirigía el filólogo gallego. El rechazo a reintegrarse a la dirección de esta institución en octubre de 1937 propició la ruptura de Menéndez Pidal con la República. Toribio refiere que, quizás aconsejado por su sobrina, María Teresa León, suscribió el Manifiesto de Intelectuales Antifascistas y con la ayuda de Antonio Jaén logró el salvoconducto para alcanzar probablemente Valencia y desde allí arribar a Toulouse.

En 1959 Jáen Morente creó y dirigió la Cátedra Menéndez Pidal en el Instituto Costarricense de Cultura Hispánica, lo que éste le agradeció «muy cariñosamente», según escribió el propio Jaén a sus hermanos.