El especialista en cirugía ortopédica y traumatología Manuel García Carmona ha recibido el premio Carlos Pera al residente excelente en el acto celebrado en el hospital Reina Sofía para despedir a los especialistas internos residentes (EIR) que han concluido este año su formación. Manuel García, de 29 años, es natural de Arjonilla (Jaén) y el primer médico de su familia. Este traumatólogo que estudió medicina en Sevilla porque quería ser traumatólogo, para realizar la especialidad eligió el hospital Reina Sofía, por su tradición formativa en traumatología.

-¿Esperaba recibir este premio?

-El premio tiene en cuenta fundamentalmente la actividad formativa y docente de los dos últimos años de residencia. Se presentan los méritos y un comité lo decide. Fue una sorpresa porque no esperaba que me lo fueran a dar a mí.

-¿Por qué decidió realizar la residencia en el hospital Reina Sofía?

-Obtuve buena nota en el examen MIR y quería formarme en un hospital puntero en Andalucía en traumatología. Por eso, me decanté por el Reina Sofía, por el reconocimiento que tiene su servicio de traumatología.

-¿Qué estima ha aprendido durante su etapa como residente?

-He aprendido mucho de todos los médicos adjuntos y también he comprobado que, en concreto, en técnicas quirúrgicas, la traumatología del servicio del Reina Sofía está a la vanguardia a nivel nacional. Me gustaría destacar el afán de trabajo de sus profesionales, la entrega y la preocupación por los pacientes. Resaltar la labor de los tutores, que siempre están ahí y, en especial, durante los últimos cinco años, el trabajo del que ha sido mi tutor de residencia, el doctor Alberto Izquierdo, responsable de la unidad de miembro superior del Reina Sofía.

-¿Son pocas las residentes que deciden realizar esta especialidad?

-Ahora mismo es una de las especialidades con mayor porcentaje de hombres, pero cada vez se van viendo más mujeres en el servicio, tanto aquí como en el resto de España.

-¿Se siente ilusionado por empezar a ejercer ya como especialista?

-La verdad es que creo que salimos del Reina Sofía muy bien preparados, en comparación con otros residentes de hospitales andaluces o de España, aunque siempre existe la incertidumbre de si podrás estar capacitado para afrontar el futuro. Pero, viendo a los residentes que ya acabaron y por los conocimientos y habilidades que hemos ido adquiriendo, creo que elegí un hospital inmejorable para formarme.

-¿Qué perspectiva laboral se plantea tras acabar el MIR? ¿Dónde le gustaría ejercer, en la sanidad pública o en la privada?

-Me encantaría poder quedarme a trabajar en el Reina Sofía, pero no hay perspectiva de trabajo a corto y medio plazo, así que lo más probable es que me vuelva para Jaén y probaré suerte en el hospital de allí o en los comarcales, aunque siempre pensando en la posibilidad de volver. De momento es que mi primera opción a día de hoy es trabajar en la sanidad pública porque pienso que aporta un campo más amplio y una posibilidad muy diferente de tratar a los pacientes.

-¿Qué mensaje daría a los nuevos residentes que se van a incorporar?

-Que aprendan de los tutores, de los residentes mayores y de los nuevos y, por otro lado, que aprendan a tratar a los pacientes como se merecen.