A Chiquito de la Calzada, que habrá vuelto a encontrarse con Pepita, la cordobesa de El Brillante que fue su vida.

Truhanes, que se escribe con hache intercalada aunque no le haría falta. Pero como soy académico, de la nuestra, que me tiene al día, y que pone una hache aunque no la necesite dado que suena lo mismo. Será esa hache la que le viene de humanos y de su forma de proceder, que todo lo somos y, sin tener que mirarnos al espejo, forma parte de nuestra condición.

¿Cómo se llama eso de los que ofrecen una cosa y dan otra? Por ejemplo, ¿cómo llamar -hoy estoy filosófico, senequista, con perdón- a los que están en eso de la operación Paraíso, aunque parezca que no hacen daño a nadie?

Menos mal, que está la verdad de cada día, el pan necesario, como el de la llegada del último, por ahora libro, de mi maestro, Julio Merino, y tambien de Pilar Redondo, titulado Betsabé y el Rey David. «Entre el adulterio y el amor», es el subtitulo, aunque a veces sea lo mismo «tercera novela de la trilogía de los dioses». Una carta que es una delicia y en papel naranja. Ole. Gracias porque es la verdad frente a los trileros del oficio. Así que este fin de semana me lo echo, del verbo echar y por eso se escribe sin hache, al coleto. Gracias, muchas gracias.

Y a propósito, señoras y señores de Córdoba, que ser cordobeses os compromete a tanto (y claro que me mojo, en ésto y en lo que sea, a pesar de la sequía). ¿Cómo se puede negar a Manolete, el titulo, merecido, nos guste o no nos guste, de Hijo Predilecto? Pero, ¿por qué no lo es, si ya lo es? Si acompaña al nombre de Córdoba allí por donde vayas? ¡Cuántas mentiras han caído sobre su nombre, sobre todo desde el idioma político! Noble Córdoba, siempre, por encima de todo. Que si no lo digo reviento.

Y a otra cosa mariposa: ¡Medina Azahara, de noche, la bien iluminada!. Es una gran idea. Así de noche los que van camino del océano y los lejanos astronautas verán, desde arriba, en el suelo como un ascua una de las piezas mas hermosas hechas por el ser humano en homenaje al amor. Es nuestro Taj Majal, sin duda, que yo he visto y he comparado siempre. Es como lo de Zidane, que estuvo el otro día y la otra noche por lo nuestro, y se quedó de piedra. Claro, no nos había visitado. Es muy de su pueblo, de su religión, de su gente. Es un tipo admirable en tantas cosas... No me he enterado si de pasó por la Judería. No sé si compró en alguna de las admirables tienditas una chilaba, como la que yo me compre un día y que ademas uso en casa de cuando en cuando. Por algo me llamo Medina. Además Zinedine vive en Madrid cerca de una mezquita y tiene estera en casa. Es un tipo grande, que no juega a la truhanería, o ciencia de los truhanes. Se le ve venir de cara.

Recibo además todas las invitaciones de la Fundación Castillejo, que se mantiene viva, y todo lo relativo a San Rafael, el arcángel hermoso, que nos ilumina y nos protege a todos, incluido a mí, al que acudo. Y ahí está ese libro de nuestro patrono escrito por Diego Álvarez de Aguilar. Y enhorabuena a los del Premio Al-Andalus, que se da en Palma del Río, ciudad culta y preciosa.

Un adiós, a uno de esos profesionales que en el silencio de su oficio hacía nuestro periódico, Domingo Rodríguez-Borlado, que sin conocer personalmente tanto me ayudó durante tantos años en la entraña de mi entrañable periódico. Ahora: una alegría, por la doble página de mi Doctor Aceite, Francisco Pérez Jiménez, uno de lo sabios de la oliva, que se jubila, pero no de mi memoria. Doctor inolvidable con el que compartí días gloriosos. Y la buena nueva de saber que el joven triunfador de los que saben lo que hacen, Antonio José, la copla viva y moderna, es nacido en nuestra geografía.

Mapa querido de Córdoba que, además, este domingo, está mas hermosa en toda España, porque desde ayer en la radio nacional nuestra, nuestrisima RNE, y desde ella, desde nuestra ciudad, se emite el programa Hoy no es un día cualquiera, que hace nuestra Pepa Inmortal, Pepa Fernández, la verdad luminosa de la palabra y la obra bien hecha, y en su equipo Íñigo de mi Alma, el maestro Aberasturi, que cada día escribe mejor, Carlos Santos...

Os escucho, y de vosotros aprendo, viejo luchador del medio, que casi estaba junto a Marconi el día que inventó la verdad de lo nuestro.

¡Que sería de nosotros sin la radio, ese pájaro en el hombre, que nos entretiene, nos divierte, nos acompaña y nos da vida! Y eso con la alegría de saber que nos van a dar los premios Ondas, a partir de ya, desde Sevilla. Pepa, estás en tu casa. Y sigue enseñando España como tú lo haces, desde hace ya casi veinte años, que te sigo escuchando y aprendiendo.