Eso es la vida, se acabó Juego de tronos, continúa juego de cromos. No me atreví a titular juego de tontos. Que todo al final suena lo mismo. Menos mal que a veces hay una buena noticia, aunque al principio fue mala, que es lo que pasa siempre.

Por ejemplo lo de Sara Carbonero, que a todos nos interesa, mas que por guapa, que lo es, porque nos gusta mucho y porque este año va a ser la moda de los bañadores que se han de llevar este verano. Ya sean de una pieza, o de dos, el bikini, y hasta de tres, el trikini, eso sí, que sea de lunares. Que el verano es otra feria. Es la feria de la arena. Bueno, pues Sara fue operada con éxito de un tumor en un ovario. Ella misma lo confirmó en las redes. Me dicen que está más guapa que nunca, aunque preocupada por lo de su esposo, nuestro querido Íker Casillas, que igual le obliga a no poder volver a jugar al fútbol. Pareja, a mejorarse de todo y a divertirse lo más posible, dentro de un orden siempre.

Para orden lo de hoy que dará otra vez, está dando, la moda del juego de cromos. Cuántas fotos, cuántas sonrisas, casi todas discutibles, y a ver qué pasa esta noche, lo mas tarde, mañana por la mañana. Cordobeses, a votar, que hoy hacerlo es necesario. Es mas que una costumbre una ley inexorable. Gritar en el papel que esta escrito lo que estamos esperando. O ya tenemos, quién sabe.

Y luego, pues tantas cosas que nos atañen, paisanos. La feria que ya está en marcha, a divertirse. Y acabo de recibir el libro, porque es un libro, de la geografía de los patios cordobeses. Una joya para la vista, que hasta me huele a geranios. Y el pan se pone de moda. Me permito recomendar a los que no lo sepan aún que el de El Vacar cordobés dicen que es el mejor del mundo. El otro día en la tele vinieron los de El Carpio y nos trajeron de todo, gente rumbosa, a la que yo recordé que el cuadro de un caballo veneciano que tengo pintado por la Cayetana, duquesa de Alba, lo llevó a cabo en el estudio de su cortijo de El Carpio, donde me confeso un día:

-Ahí es donde más me gusta pintar, ¡me siento en esa casa tan a gusto!

La periodista Sara Carbonero, el diseñador Lorenzo Caprile, el torero Rafael El Gallo y la cantante y actriz Estrellita Castro.

Y es una verdad como un templo. Me llama por teléfono («es un honor», le dije) Lorenzo Caprile en persona para decirme que le había gustado no se qué que había escrito en mi blog para el mundo. Y me gustó saber que le va Palomo Spain, el maestro de Posadas, por el que no pasa el tiempo. Vuelve a llevarse el caftán, que se vende tanto en la Judería. Por cierto, que está en mis notas sueltas, le dije a los de El Carpio que yo colecciono gallos, gallos pintados, y que, por tener, tengo una anécdota con el mas grande los gallos, don Rafael El Gallo, al que tuve el gusto de conocer y de tomar un café con él en la calle Sierpes, en el café Los Corales, y donde estaba por cierto, porque yo forcé esa entrevista, don Juan Belmonte y el también torero Jaime Ostos, que es de Écija y está a medio camino entre Córdoba y Sevilla. Con ellos me retraté y todos coincidieron en lo mismo: «ninguno como el maestro».

Y no tuvieron que dar el nombre, aunque todos se referían a don Manuel Rodríguez Manolete, que por cierto me acabo de enterar que ya está funcionando en la que fue su casa un restaurante y lugar de encontrarse, que es una idea fascinante. Casa que fue en su día de don José Ortega y Gasset, el gran pensador de España, aquel que dijo en su día: «No es esto, no es esto...». Se refería a la política de aquellos días que estaba viviendo.

Y cómo me voy a olvidar de que la Guardia Civil cumple 175 años si yo he nacido en una casa cuartel de pueblo, y además soy guardia civil de honor, y he tenido el valor de que cuando me entregaron el tricornio en el cuartel de la Guardia Civil en Granada, declaré de viva voz: «Y me gusta mucho y es un honor para mí el gritar en alta voz, y además aquí, en Granada, que la Guardia Civil no fue la culpable del asesinato de Federico García Lorca». A pesar de lo que se decía, que así fue por el romance de la Guardia Civil española en el que el enorme poeta decía entre otras cosas, aquello de: «los caballos negros son, las herraduras son negras; tienen, por eso no lloran, de plomo las calaveras».

Y a propósito de cromos. Me acuerdo de cuando los coleccionaba. Una mañana de mayo, en su casa de la calle de la Madera de Madrid, me dijo Estrellita Castro cuando escribía sus memorias y en una esquina se sentaba una niña que empezaba, muy linda, Carmen Sevilla, cómo pasa el tiempo, pues Estrellita me dijo:

-Había un dicho que decía: «Estrellita Castro y Miguel Ligero son los que mas salen en los caramelos».

Siempre un punto de recuerdo. Que no falte la memoria. Que el perol también la tiene. El perol, patio pequeño del recuerdo grande, cordobeses míos.