Jesús Valenzuela es un historiador nacido en Jaén en 1979, aunque él dice que «siempre he sido y me he sentido cordobés, ya que me trasladé aquí con apenas unos meses». Su verdadera pasión es la música, algo en lo que empezó como afición y que ahora se ha convertido en su segunda profesión. Su nombre artístico es Tsode y ha sacado dos discos al mercado Yggdrasil y Brainstorming.Define su estilo como algo «propio, influido con cosas de aquí y de allí, pero no encaja en ningún tipo de música descrita hasta el momento». Su principal inspiración es el new age, no muy conocido. «Con el paso de los años esta música se ha ido perdiendo, dando paso a ritmos muchos más comerciales», expone. Su público se encuentra oculto. Este estilo se escuchaba mucho más en la radio, en los 80 y 90. Entonces en España artistas como Carlos Nuñez empezaban a hacer este tipo de género. Se puede asociar a la música relajante, aunque hay muchos tipos diferentes de canciones dentro del new age. «Mis principales referentes son Myke Oldfield y Enigma», precisa. También toma nota de la música electrónica, clásica y de las bandas sonoras. «Al fin y al cabo es un batiburrillo de cosas que hacen que confluyan en lo que yo hago», resalta.

Su ídolo es Myke Oldfield y precisamente escuchando desde niño a este músico y a artistas de similar estilo fue como se interesó por el mundo de la música. «Escuchaba lo que todo el mundo, pero también me llamaban la atención otros estilos. Recuerdo un viaje que hice con el colegio a Madrid y sonó la canción de la película El Exorcista y quedé hipnotizado por la melodía», recuerda Valenzuela.

Su nombre artístico Tsode viene de las siglas de un disco de su ídolo llamado The Songs of Distant Earth. Además también es el nombre de una novela de Arthur C. Clarke. Valenzuela trabaja solo y compone y produce en su propia casa, donde dispone de un pequeño estudio. «Para los dos discos que llevo editados he contado con colaboraciones para las canciones. Amigos como Miguel Ángel de la Llave o Paco Salazar, guitarrista que también ha tocado con músicos como Dani Martín», indica.

Brainstorming es su último trabajo, que le pidieron que produjera tras el éxito de su primer álbum, «Mi último trabajo son 11 temas, 57 minutos, todo instrumental. Aunque algunas partes tienen coros, ninguna canción lleva letra. Nació como consecuencia del primer disco Yggdrasil (2016), un reto personal, pero sin ninguna intención de comercializarlo. Cuando me decidí a publicarlo mi objetivo era que la gente me conociera y que mi música produjera sentimientos. A raíz de esto, llegó una canción a manos de Tom Newman y me felicitó por ella. Además, por redes sociales muchas personas se pusieron en contacto conmigo y me pidieron que lo lanzara en formato físico, pues ya estaba en plataformas de música. Saqué 50 copias y se vendieron rápidamente. Las redes sociales han sido mi escaparate al público», apunta.

Su éxito ha llegado a todas partes del mundo, desde Alemania, pasando por Nueva Zelanda y acabando en México. «El propósito del segundo disco era superar la calidad del primero y lo conseguí. Las reacciones de los fans me han superado e incluso medios de comunicación especializados me han señalado como unos referentes del new age actual. Que algo creado en una habitación de tu casa llegue a tantos lugares impacta, aunque no me lo quiero creer», añade.

En los Premios de Música Independiente 2017se presentó como candidato. «En estos premios pueden participar artistas con sello discográfico o artistas independientes autoeditados, como es mi caso. La fase que teníamos que pasar para llegar a ser semifinalistas dependía del público. Yo no me esperaba para nada superar esta fase y me quedé muy sorprendido de pasarla. Solo estábamos 3 artistas de new age. La siguiente fase ya no logré superarla», se lamenta.