Antonio José ya es algo más que el ganador de la tercera edición de La Voz. Bajo ese sencillo apelativo sin necesidad de apellidos, el joven músico cordobés regresa con un tercer álbum de estudio que ha puesto sus miras y las de su discográfica en lo más alto. «Estoy en un momento dulce de mi vida y ojalá pueda disfrutarlo siempre», ratifica durante una charla con Efe en la que, a la pregunta de si la música le ha devuelto ya todo el esfuerzo previo por hacerse un nombre, responde: «Siempre se quiere más; el ser humano es ambicioso, pero hay que saber hasta dónde llegar». Hoy se publica A un milímetro de ti (Universal Music), álbum precedido por el éxito del sencillo Tú me obligaste, que ha alcanzado la categoría de doble platino y que fue compuesto por él en compañía de los colombianos Mauricio Rengifo y Andrés Torres, más conocidos por su pseudónimo artístico de Cali y El Dandi.

«Nunca me imaginé que me daría tantas alegrías», dice Antonio José Sánchez (Palma del Río, 1995) sobre este tema con el que ha abierto su abanico estilístico a los sones latinos, sin perder su tendencia natural por los medios tiempos y las baladas. Resulta curioso que solo dos años después de su victoria en La Voz interpretando canciones de otros, él mismo se haya convertido en referencia para otros aspirantes, como demostró el hecho de que Tú me obligaste fuera versionada por uno de los participantes en la nueva edición de Operación Triunfo.

«Me siento orgulloso y muy satisfecho por el trabajo hecho; me veo reflejado en ellos, porque ese era yo hace dos días», reconoce uno de los poquísimos talentos surgidos de este tipo de formato que en los últimos años ha logrado forjarse una carrera de éxito. «No sé la razón. Siempre he intentado ser yo y hacer mi música; incluso cuando versionaba canciones de otros intentaba poner mi sello, con respeto y cariño, lo que facilita llegar a las personas y resultar diferente. Igual la vida me tenía esto preparado», opina.

Hasta que llegó La Voz, no obstante, el que fuera representante de España en la versión infantil de Eurovisión en el año 2005 llegó a desechar la idea de dedicarse a la música tras años de intentos infructuosos. «Lo único que quiero es aprovechar esta oportunidad de soñar cada día un poquito más alto y exprimirlo», afirma.

Desde su victoria se embarcó en una espiral de trabajo y esfuerzo que le ha permitido alumbrar su tercer disco en solo dos años, tras El viaje (2015) y Senti2 (2016), para responder a las expectativas de un mercado transformado por las redes sociales y las plataformas digitales. «No se está trabajando rápido, sino conforme a la demanda que reclama mi público. Si alguna vez sintiese ese vértigo de que mi carrera va muy deprisa, sería yo el que le pondría la pausa, porque no me puedo olvidar de vivir la vida y dedicarme a mí», asegura Antonio José.

En su nuevo álbum, en el que firma todas las canciones, se ha dejado «el alma y el corazón», algo que no pesa «cuando empiezas a disfrutar con lo que haces y con lo que quieres llegar a ser», subraya. Ha tenido de quién aprender, pues su discográfica le ha procurado desde el principio la pluma y el buen hacer de algunos de los mejores compositores contemporáneos, véase Pablo López o Vanesa Martín.

«Me encantaría colaborar también con Alejandro Sanz. Lo admiro mucho y, además de un referente para todos, es una leyenda viva en este mundo tan complicado», cuenta respecto a sus deseos de futuro.