La huella de José Juan Romero en ETEA y ahora en la Universidad Loyola Andalucía ha sido profunda. Este jesuita, profesor durante 37 años en el centro, recibió ayer un emotivo homenaje por su labor como profesor, pero también como pensador y como persona comprometida socialmente. «Yo no he nacido para homenajes. Estoy muy agradecido por el cariño de tantos compañeros. Me ayuda en mi ya jubilado sosiego, aunque hay un poco de desmesura en este homenaje», dijo antes del acto José Juan Romero, siempre con humildad en sus palabras.

Romero, que nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1942, entró en los jesuitas en 1958, cuando tenía 16 años. En la década de los sesenta cursó ingeniería en la Escuela de Agricultura de Purpan y en 1985 obtuvo el doctorado de ingeniero agrónomo. Durante su etapa como docente impartió clase en el área de Economía Aplicada desde 1972 en ETEA. Como investigador abordó los problemas del desarrollo, la globalización y la pobreza, pero también llevó a cabo estudios sobre la agricultura andaluza. Además, Romero colabora desde finales de los años ochenta en los cursos de postgrado y en actividades de cooperación en Nicaragua y El Salvador.

Para reconocer su trayectoria, la revista Fomento Social, que dirigió entre 2000 y 2008, ha editado su tercer Liber Amicorum, tras los dedicados a Jaime Loring y Adolfo Romero.

En el acto celebrado en el centro cordobés intervinieron, entre otros, el rector de la Universidad Loyola Andalucía, Gabriel Pérez Alcalá; el presidente del patronato de la Fundación Universidad Loyola Andalucía, Ildefonso Camacho, los profesores Adolfo Rodero, María Luz Ortega, Pedro Caldentey, y el director de la revista, Josep M. Margenat Peralta.

Pérez Alcalá, que fue alumno suyo, destacó que Romero ha sido «profesor de muchas generaciones de ETEA, con una gran magnitud como maestro y dejando una gran huella intelectual en conceptos como desarrollo rural o cooperación al desarrollo». Pérez Alcalá afirmó que el profesor emérito «ha sido gran impulsor de la cooperación de Loyola con las universidades centroamericanas (UCAS) y del proceso de integración centroamericano». «José Juan es uno de los pilares de ETEA y para mí es un padre espiritual. Es un profesor que ha influido en el pensamiento de muchas personas», añadió. Precisamente, el profesor Pedro Caldentey, director del departamento de Economía de la Universidad y exdirector de la Fundación ETEA, resaltó que muchos de sus antiguos alumnos en España y América Latina «compartirán conmigo esa sensación de salir de algunas de sus clases o conferencias con la percepción del mundo como algo distinto a lo que era antes de entrar. En mi formación y en la definición de mis intereses personales y profesionales ha sido determinante la figura de José Juan Romero».

Por su parte, el director de la revista, el jesuita Josep María Margenat, señaló que durante la etapa en la que José Juan Romero fue director dominaron los temas ligados «al desarrollo e importantes editoriales ligados a la política agraria de Europa». Margenat afirmó que Romero siempre ha destacado por «su convicción por lo que hace y el entusiasmo que transmite». Precisamente, en el nuevo número de la revista Fomento Social, el prepósito general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, remarcó su capacidad personal de «entusiasmo y la amplitud universal que su mirada sabe dar a las cuestiones».