Este viernes, la clínica La Báscula abrirá un nuevo centro en Córdoba, concretamente en la avenida de la Arruzafa y, al igual que en sus espacios de Sevilla y Huelva, contará con el televisivo cocinero Enrique Sánchez como asesor gastronómico. Enrique, amante de la cocina desde muy joven, es además el presentador del programa La Báscula, de Canal Sur, y dueño del restaurante Tragaldabas, ubicado en Sevilla y firme defensor de la gastronomía andaluza y la cocina «de toda la vida».

-¿Cómo fueron sus inicios en la cocina?

-Con 18 años empecé estudiando Medicina. Lo que ocurría es que la cocina era mi afición desde pequeño. Fue mi padre quien me animó a que, si tanto me gustaba la cocina, que me dedicara a ella, eso sí, formándome bien.

-Después de eso, pasó varios años fuera de España.

-Siempre he pensado que la cocina ha sido y es un idioma internacional. Entonces creí que tenía que aprovechar y viajar.

-Hasta que regresó...

-Volví para conocer lo que era la gestión de la cocina. Ahí, recibí una llamada de escuela de hostelería donde había estudiado para impartir clases y acepté, que fue donde supe del casting para presentador de un programa de cocina, para el que buscaban cocineros jóvenes.

-Ahí fue cuando dio el salto a la pequeña pantalla.

-La oportunidad era un caramelo para cualquier profesional de la hostelería. Cuando me dijeron que el programa versaría sobre el estudio de productos andaluces, investigar, conocerlos y, sobre ese producto, cocinar -yo que llevaba toda mi vida aprendiendo sobre la cocina internacional-, me di cuenta que era un lujo.

-¿Esa especialización en la tierra es lo que le animó a lanzarse a la apertura de su restaurante?

-Más que nada, surgió porque, al igual que todo cantante sueña con tener un disco, todo cocinero sueña con tener su espacio. Y, a mí, Tragaldabas me ha hecho mucho bien. Me ha hecho volver a sentirme cocinero.

-¿Qué es ‘Tragaldabas’?

-Tragaldabas es la croqueta de jamón de toda la vida, la tortilla de patatas que hacemos al momento, el salmorejo y los guisos. En definitiva, la cocina de nuestras abuelas. Lo clásico no puede perder su sitio, tiene que estar ahí siempre.

-Si mezclamos sus inicios en el mundo de la Medicina y su amor por la cocina, ¿surge ‘La Báscula’?

-Me propusieron presentar un programa sobre personas con obesidad para ayudarlas a perder peso. Dimos ese salto e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hablado de nosotros en su portal, destacando que promovemos los valores que deberían defender todas las televisiones del mundo.

-Esto derivó en el Centro Integral ‘La Báscula’, que próximamente va a abrir en Córdoba. ¿Qué nos vamos a encontrar en este espacio?

-Vamos a encontrarnos a un gran equipo de profesionales que van a tratar el sobrepeso y la obesidad de forma multidisciplinar. Es decir, muchas veces el problema no esta en qué comer. En La Báscula lo que se trata es a la persona desde el deporte, la nutrición, la endocrinología, con total seguimiento médico y desde la psicología. Todos esos profesionales se ponen de acuerdo y lo que se consiguen es que esa persona no sea un individuo ni un número. Lo que se quiere es que se cambien los hábitos de vida. Tratamos a las personas mimándolas y ayudándolas para que, una vez que esos cambios de hábitos se han realizado, el camino está hecho y el método La Báscula ha conseguido su efecto.