La cordobesa Judit Peña Rivero, de 28 años, ha sido la enfermera que mejor nota ha obtenido en España en el último examen para enfermera especialista residente (EIR), prueba celebrada el 2 de febrero y para que la que se habían inscrito 13.376 aspirantes, para un total de 1.092 plazas. En su caso, es una enfermera de diez por el puesto conseguido, y de 100, porque la nota que ha sacado ha sido 101,2011, una décima más que quien consiguió el primer puesto el año pasado.

Judit nació en Córdoba, pero luego por motivos profesionales de sus padres, ha vivido en distintos puntos del país, como Salou o Tarragona. Aunque, en los últimos tiempos, ha residido fundamentalmente en Fuengirola (Málaga). Sin embargo, viene con frecuencia por Córdoba y tiene familia en Fuente Palmera. Esta joven estudió la diplomatura de Enfermería, en el último año que tuvo esta denominación antes de convertirse en grado, en la Escuela Universitaria de Osuna, dependiente de la Universidad de Sevilla. Después, como le gustaba mucho la asistencia en urgencias, hizo un máster de urgencias y emergencias de la Universidad de Córdoba.

Después de esta etapa formativa, Judit decidió marcharse a trabajar a Alemania, donde, además de aprender el idioma, ha estado ejerciendo durante tres años y medio en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de un hospital de la ciudad de Heidelberg. Pero, aunque en esta ciudad turística alemana estaba muy a gusto y asegura que ha aprendido mucho, decidió regresar a España y comenzar a prepararse el examen EIR, prueba para la que ha estado estudiando durante el último año.

«Me quedé gratamente sorprendida cuando supe que había sido la aspirante que había recibido la puntuación más alta en este examen. Había una plaza por cada 12 examinantes», relata. Muchos menos puestos que para la prueba de los médicos. También en los exámenes del PIR (Psicología), BIR (Biología) y QIR (Química) había muchos aspirantes por plaza. Judit tuvo en esta prueba 147 respuestas acertadas por 49 errores.

Aunque al haber conseguido la mejor nota, Judit tiene posibilidades de elegir cualquier especialidad de enfermería y hacerla en el centro que ella quiera, no lo tiene todavía claro. Dispone de margen para pensarlo hasta el 22 de abril. Durante los dos próximos años se formará y trabajará en el centro donde haga esta especialidad.

En un primer momento, esta joven había pensado hacer la especialidad de pediatría, por su vinculación a los cuidados intensivos pediátricos y a las urgencias que es a lo que se ha dedicado durante más de tres años en Alemania, pero está barajando también la opción de escoger la especialidad de enfermería de familia y comunitaria o de ginecología-obstetricia (matrona). Judit no es la primera enfermera de su familia. También ha estudiado esta profesión un tío suyo (hermano de su padre) y su hermana pequeña, que ahora está en Alemania trabajando, siguiendo su ejemplo.

Esta enfermera resalta el creciente interés de los graduados en enfermería por efectuar alguna especialidad, como una formación extra que mejore su capacitación profesional, aunque lamenta que no se valoren estos conocimientos como se debiera por parte de las administraciones sanitarias y de las empresas contratadoras. Judit agradece el apoyo de su familia y de su pareja para lograr esta meta, el de la academia en la que se preparó y el de una compañera de clase que no ha tenido tanta suerte como ella. Anima además a quienes no han aprobado para que no desistan.