Hace ya 15 años que la mítica comparsa de Los piratas inició el Festival de Carnaval de El Carpio, la cita más importante de Andalucía tras Cádiz. Más de 2.000 personas se dieron cita en la carpa ferial el sábado para disfrutar de un cartel de lujo en una tierra donde, dicen, el carnaval no tiene arraigo. Sin embargo, las entradas llevaban agotadas desde la semana pasada.

La noche fue el resultado del trabajo altruista y apasionado de los miembros de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza. Con un presupuesto bajo, el festival sobrevive con lo que vende en las barras, sin más subvención que la cesión del espacio por parte del Ayuntamiento de El Carpio. Las mejores agrupaciones del Gran Teatro Falla acudieron a su cita anual con los galgos , los carpeños, para prolongar un mes más las coplillas de febrero.

Abrió la noche la chirigota Mejó no salgo . Pasodobles patrióticos. El Canijo se supo meter al público en el bolsillo. Declaración de amor al graderío, sin peloteo, no había jurado con el que cumplir. El popurrí final puso al teatro en pie o, mejor dicho, la carpa. Siguió la chirigota Los protagonistas . Una letra a los jornaleros le sirvió a Kike Remolino para hacer que todos los carnavaleros entonaran un emotivo himno de Andalucía. Prosiguió con casi una hora de antología, incluyendo la presentación de Los Joaquín Pamplina . Tras la actuación, Ciudadano Zero , de Tino Tovar, subió al escenario entre aplausos. En su repertorio, temas de Juana la loca y El espíritu de Cai .

Tras un descanso, empezó el show de Los puretas del Caribe . El graderío vio la actuación entera de pie y "sin soltar el vaso tubo". Los cincuentones se identificaban con la chirigota y rodearon el escenario, grabando cada uno con su móvil. Y, aunque las comparaciones son odiosas, este ambientazo no lo hubo en el Gran Teatro de Córdoba. Le siguió Viva la Pepi , las limpiadoras del Oratorio de San Felipe Neri, que se trasformaron en los inolvidables Enteraos , cuyo popurrí cantaron chirigoteros y asistentes. Como en los grandes teatros, se había cerrado la noche cuando salieron al escenario los italianos de La serenissima . Un espectáculo impresionante con lo mejor de Juan Carlos Aragón y un pasodoble de Los Yesterday como broche final.

A falta de telón, se apagaron las luces. Mientras siga con esta humildad, el festival de El Carpio seguirá perteneciendo a Don Carnal.