El disco Infinitos bailes (2016), con canciones aportadas por autores del pop contemporáneo (como Bunbury, Dani Martín o Pablo López), ha dado un nuevo impulso a Raphael, de modo que su gira Loco por cantar se prolonga este otoño y le trae de vuelta al Teatro de la Axerquía de Córdoba el próximo viernes con su repertorio de hitos de la canción melódica propia y ajena, que suma más de cinco décadas de trayectoria.

-Hay una canción en su último disco, ‘Igual (Loco por cantar)’, de Diego Cantero, que ya parece un clásico. Ahí se retrata a sí mismo «con más dulzura que veneno, con algo de miedo, pero igual». ¿A qué puede tener miedo Raphael?

-Hombre, un ser humano está lleno de miedos y temores, pero sigo estando igual para afrontarlos.

-Tras sufrir episodios críticos de salud como los que sufrió años atrás, ¿se siente más vulnerable?

-Mi salud está a prueba de bomba, la verdad. Hacía muchísimos años que no me encontraba tan bien de todo, de fuerte, de ganas, con una ilusión tremenda.

-¿El escenario es el mejor lugar del mundo?

-Es el mejor lugar del mundo. Allí no hay preocupaciones; solo la de estar bien.

-En los últimos tiempos le hemos visto en otros formatos, orquestal o con enfoque soul-funk. En esta gira hay un Raphael clásico y con cierto empaque rockero, guitarras heavy incluidas. ¿Le ha interesado alguna vez el rock metalero?

-¡A mí me interesa todo! Siempre y cuando yo me sienta cómodo, que es casi siempre… Cada año me veo en un formato distinto. Me encanta explorar cosas nuevas, me gusta variar y aprender cada día más. Y muy pronto vendrá otra cosa muy especial a la que estamos a punto de darle el carpetazo de salida.

-¿Estamos hablando de un nuevo disco, una gira…?

-Estoy hablando de un disco nuevo. Para este año. En noviembre habrá noticias. Lo grabé en agosto en Abbey Road, en Londres. Un disco superinteresantísimo.

-Volviendo a sus conciertos, en contraste con ese punto heavy hay un tramo acústico, con versiones de Francis Cabrel y Violeta Parra.

-Eso es maravilloso, cuando me pongo a cantar solo con la guitarra me encanta.

-A Violeta Parra se la reivindica últimamente por el lado feminista. ¿Qué le parece esa nueva ola del feminismo?

-Me parece muy bien, porque yo soy de los muchísimos que creen que la mujer tiene los mismos derechos que el hombre, exactamente igual. Hay cosas por arreglar todavía, aunque creo que estamos en el buen camino.

-La política española está un tanto tensa, ¿no es partidario de tocar estos temas en sus canciones?

-No, no. Aunque, cuando empezó la canción protesta, el primero que protestó, con perdón, fui yo. Digan lo que digan es una canción protesta, totalmente, y fue un golazo, un éxito tremendo. Y canciones sociales yo he cantado: por ejemplo, Van a nacer dos niños, que fue un éxito muy grande. Yo siempre estoy muy al loro (ríe).

-Recientemente, ha pasado por el Palau de Sant Jordi. ¿Qué piensa del problema catalán?

-Creo que España tiene que estar como estamos ahora, unida. Ese es mi pensamiento. Yo no soy un hombre entendido en eso, pero creo que todos debemos estar juntos para que nos vaya mejor. Hay que unirse para poder luchar contra todas las dificultades. No desunirse y hacerse a trocitos. O vamos a volver a las cruzadas (ríe). Pero yo no he tenido nunca ningún problema en Barcelona.