La palabra colega tiene en el diccionario urbanita de hoy eso que se llama una enorme presencia, actualidad. Se usa mucho, sobre todo entre la gente joven, incluso en la menos joven, en la que me incluyo dada mi edad, que como está en los diccionarios, no puedo ni quiero negar.

Por eso la uso como adjetivo, como apellido, para nuestra Córdoba del alma. Claro, colega en lo de a diario, quiero decir, por lo de la cercanía, amistad, cariño incluso. Es la más redonda de las apreciaciones. Es una cosa tuya, eres, amor, como mía. Te quiero. Es más, si se dice coleguita , pues es como si se disminuyera la fuerza, como si se aguara el vino, como cuando se dice cordobita , que aquí, entre nosotros, me gusta menos. Eso sí, si se otorga la calificación de coleguilla es más como el hermano pequeño, sobrino de hermanos, diría yo ajustándome a los diccionarios de urgencia de nuestro tiempo. De ahí que lo de colega recoja todos a la vez, con solemnidad. De ahí que lo de Córdoba, ciudad colega, tierra colega, represente mucho.

Porque lo es desde tiempo inmemorial, y todos los días, como El Brujo cada noche, vestido de impecable lino blanco en, ni más ni menos, que el Teatro Romano de Mérida, que todo lo romano es para nosotros como si colega fuera. O como esa foto de Pepe Reina en Ibiza, con su niño. Paternal, querida, colega. Y más aún, les quiero decir, sin perder un día mas, que ese rostro de mujer, tan popular en nuestro canal del sur, Eva Ruiz, es, ciertamente, coleguísima de todas todas. La copresentadora de Juan y Medio digo, en La Tarde . Bueno, pues es mucho más que como ha sido llamada en una publicación de la televisión extranjera que tengo a mano, la Mónica Bellucci del sur. Cierto. Muy cierto. Es bellísima esta malagueña que forma parte del paisaje querido de cada casa de Andalucía. Pero es que además es buena gente, buenísima. Y quería decírselo a ustedes para que sepan que además de un rostro hermoso, es cosa grande, colega, coleguita, coleguilla nuestra. Y debo decirlo, ya hace tiempo que tenía que haberlo hecho, pero vista ahora su proyección internacional pues aquí dejo su nombre, su tarea, y su rostro guapísimo.

¡Qué bueno es dar noticias colegas! Como esperar que nuestro colega Rafael Muñoz siga demostrando que es la más rapida mariposa del mundo en el agua de la piscina.

Y me permito atestiguar, y miren que me llevo bien con Sevilla, que lo del salmorejo en la tapa, en la mesa, en el libro, en la historia, es el plato colega cien por cien, mil por mil, de Córdoba, y que perdone la capitalidad siquiera por una sola vez, a cada cual lo suyo. Ea.

Y que veo en la estación a Fito, que acaba de pasar por el Festival de la Guitarra. Se ha ido encantado ese coleguilla genial, que sabe lo que hace y sobre todo que alegra las pajarillas del respetable, sobre todo en este tiempo en el que a veces lleva uno, sin saberlo, un pajarraco en el hombro. O sea, un anticolega, que también los hay, y muchos, aunque este feo señalar.