Las construcciones religiosas aportan singulares enseñanzas inspiradas en la luminosidad del sol, la filosofía y lo espiritual

Por segundo año se ha vivido con intensidad mística en el pueblo olivarero de Bujalance 'El Milagro de la luz' en la Arquitectura del Sol . Es una propuesta novedosa, que persigue poner en valor turístico los edificios religiosos de la localidad, a través de las últimas investigaciones del físico bujalanceño José María Abril, catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Sevilla, donde se vinculan a las construcciones religiosas con una intencionalidad mística, cuyo protagonista es el sol.

La iniciativa ha sido promovida por asociaciones culturales, empresas del sector oleícola y hostelero local y el GDR del Medio Guadalquivir que consideran que se trata de un legado que se puede convertir en una apuesta de valor turístico para fortalecer el patrimonio de Bujalance y, por extensión, beneficiar a la economía local, a través de la llegada de turistas, interesados en los nuevos hallazgos, a la vez que en poder realizar un viaje al pasado donde conocer el pensamiento religioso, matemático y filosófico de la época.

De este modo en la mañana del domingo 25, fiesta de la Asunción en el calendario juliano del siglo XVI, más de un centenar de personas madrugaron para subir a la torre inclinada de la parroquia de la Asunción y disfrutar del milagro de la alineación por advocación de la iglesia. Apreciando desde lo alto de la torre cómo el sol, a las 7,43 horas, iluminó la ciudad de Bujalance, llegando, en primer lugar, a la cabecera del templo en una perfecta alineación. Así, con prismáticos y cámaras fotográficas se pudo plasmar el momento mágico y misterioso, además de emocionante, al descubrir por primera vez este sencillo pero importante acontecimiento cósmico, histórico y cultural, cuyos antepasados habían ideado para las futuras generaciones.

En conjunto, el proyecto La Arquitectura del Sol recoge, respecto a las claves astronómicas, tres templos bujalanceños que presentan orientación al orto o al ocaso del sol del santo titular. Así, las dos torres barrocas de la Asunción y San Francisco, se conectan al sol en la línea del día de la Conversión de San Pablo, junto a la espadaña de San Juan de Dios, y la iglesia conventual de las Madres Carmelitas Descalzas está orientada hacia Avila, cuna de la orden, como émulo de quibla, algo sin parangón en la arquitectura carmelitana.

Mientras, la Catedral de la Campiña está orientada hacia el lugar exacto del horizonte local por donde sale el sol el día de la onomástica de la Virgen de la Asunción, según el calendario juliano vigente en el tiempo de su construcción y que hoy se corresponde al 25 de agosto. Cuando se comenzó la construcción de la Catedral de la Campiña, en el día de la onomástica de la Asunción, el orto solar sobre el horizonte local se situaba a 13,3 grados hacia el norte del punto equinoccial, entre los cerros de San Benito y de La Lobera. Pues bien, la distancia entre los campanarios guarda la proporción de la raíz cuadrada de dos con una exactitud sorprendente, hasta la tercera cifra decimal. Aspectos originales como éste y otras sigularidades e ideas filosóficas fueron conocidos por los participantes en esta enigmática jornada turística de Bujalance.