Fernando Botero desembarcó en España en 1952, cuando todavía era estudiante de arte. Fue entonces cuando descubrió la obra de Velázquez y de Goya que tanto le impresionó y que resultó fundamental para su formación junto a la de autores del Quattrocento como Piero della Francesca. Desde entonces su relación con nuestro país siempre ha sido estrecha, en especial con Madrid, donde ha expuesto en varias ocasiones, en el Reina Sofía en 1987 y en el paseo de Recoletos en 1994 a través de 21 de sus esculturas monumentales, tres de las cuales permanecen en las calles de la ciudad Mujer con espejo, El rapto de Europa y La mano. El trabajo desarrollado durante más de medio siglo por Fernando Botero ha sido reunido en Madrid en la exposición Botero, 60 años de pintura, con 67 obras de gran formato, la muestra más completa del pintor y escultor colombiano montada hasta ahora en España.

Desde hoy, jueves, hasta el 7 de febrero de 2021, podrá ser visitada esta exposición en el espacio CentroCentro, del Ayuntamiento de Madrid, que ha organizado la muestra junto con la firma Arthemisia, la comisaria Cristina Carrillo de Albornox y Lina Botero, hija del artista nacido en 1932 en Medellín.

Las figuras que caracterizan el universo artístico de Botero integran las siete secciones en que ha sido dividida la exposición, correspondientes a los temas Vida latinoamericana, Versiones (de los grandes maestros), Naturaleza muerta, Religión, La Corrida, Circo y Acuarela sobre lienzo, su obra más reciente e inédita.

La comisaria de la exposición, Cristina Carrillo de Albornoz, explicó que la exposición está conformada por obras procedentes de colecciones privadas europeas.

Con respecto a la obra más reciente mostrada en la exposición, la acuarela, la comisaria dijo que es «una síntesis de lo que ha hecho Botero durante su carrera, en esta ocasión sobre lienzo y con la técnica del fresco».

Carrillo de Albornoz afirmó también que Botero ha revisado todo el proceso de la exposición, desde la selección del color de cada sección hasta la iluminación de las obras.

A una pregunta de la prensa, Lina Botero respondía que su padre «nunca ha pintado una mujer gorda en su vida», que «su obra no es inventario sobre flacura o gordura o sobre exceso de kilos, sino producto de su pasión por el volumen, por la sensualidad y la belleza del arte a través de la expresión del volumen, que apareció casi de manera intuitiva en su obra cuando tenia 17 años de edad».

La hija del artista también comentó que su padre no había podido acudir a la presentación de la muestra en Madrid, «con tristeza», por «prudencia», pero aseguró que «le emociona volver con su obra a Madrid».

Las más importantes exposiciones de su obra en España, fueron en 1987 en el Reina Sofía, la del paseo de Recoletos en 1994, y otra en Bilbao en 2012.

La hija del artista recordó cómo Botero llegó a Madrid «como un estudiante de arte pobre» y cómo trabajó en esos tiempos como copista en el Museo del Prado, lo que supuso su primer encuentro con los grandes museos de Europa.

En la sección América Latina hay obras que representan la primera parte de su obra artística, explicaron los organizadores, «con grandes dosis de humor, los recuerdos de su infancia y juventud», con personajes cotidianos como músicos, bailarines, monjas, militares, señores de la alta sociedad, hombres de poder y prostitutas.

En Versiones, la exposición incluye obras que Botero ha realizado en homenaje a maestros de la historia del arte universal como Diego Velázquez, Piero della Francesca, Jan van Eyck y Pieter Paul Rubens, entre otros.

La parte de Acuarela sobre lienzo reúne una serie realizada a partir de septiembre de 2019, «y que contienen la fuerza de sus dibujos y la transparencia y delicadeza de sus acuarelas»a acuarela sobre lienzo de gran formato y con los mismos temas que conforman «el imaginario boteriano».