Desde el pasado mes de diciembre, ya es más fácil encontrar a un sacerdote de la Iglesia católica para redimirse de los pecados. La aplicación para móviles Confesor Go permite localizarlos en tiempo real, para acudir a ellos y confesarse allí donde se encuentren, ya sea en templos cristianos o en espacios públicos. Por el momento, Córdoba tiene cinco curas asociados, tres en la capital y dos en la provincia, entre los que también se encuentra el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández.

Esta app cuenta con una página web que tiene su mismo nombre, en la que los usuarios pueden informarse sobre sus servicios. El sacerdote de Cuenca Ricardo Latorre, doctor en Comunicación Social, ha sido su impulsor y señala que en un mes y medio de funcionamiento ya ha sido descargada por 27.120 personas y tiene, en el conjunto de España, 192 curas. Además de esto, diferentes países se han interesado por la posibilidad de importar esta herramienta que es pionera.

Ricardo Latorre explica que «la idea surgió como una respuesta a la necesidad real de reconciliación y de perdón que hay en las personas de nuestra sociedad». Acerca del feedback que están recibiendo, comenta que «la respuesta de la gente ha sido fabulosa y va a seguir mejorando», y avanza que en unas semanas esperan mejorar la aplicación con otros servicios como la información, a modo de orientación, del número de sacerdotes a los que se puede acudir en cada provincia y los lugares, días y horas en los que es habitual encontrarlos disponibles para la confesión. Sin embargo, hace hincapié en que «la esencia» de esta app es que se hace todo en tiempo real.

En cada territorio existe un notario que se encarga de gestionar las solicitudes de sacerdotes que quieren participar en esta actividad. En el caso de Córdoba, se trata del vicario general de la diócesis, Francisco Jesús Orozco. El trámite para la incorporación de nuevos asociados conlleva un proceso en el que se comprueba la identidad de la persona y Ricardo Latorre afirma que «por esto vamos más despacio, la seguridad no puede ser mayor». De hecho, cuando el cura no se encuentra en una iglesia, sino en un espacio público, la aplicación muestra su fotografía para que la persona pueda localizarle.

A través de Confesor Go, el usuario accede a un mapa en el que aparecen las ubicaciones de los sacerdotes que en ese momento están disponibles. El horario se extiende de 6.00 a 22.00 horas y, dentro de esta horquilla, pueden aparecer como activos en determinadas franjas horarias. Junto a la dirección donde están, se muestran algunos datos personales como el nombre o el año de ordenación, e incluso la ruta más corta para llegar a ellos. La app también tiene botones para localizar a un cura por cercanía o por provincias.

El sacerdote cordobés Juan Diego Recio, párroco de Nuestra Señora del Rosario, es uno de los asociados en la ciudad y recuerda que la adhesión a esta nueva herramienta es voluntaria. Entre otras ideas, destaca la importancia de que los usuarios puedan ver la foto de su confesor, dada la relevancia de un acto en el que «vas a mostrar tu conciencia» y comenta que, por el momento, esta app «está teniendo una buena acogida, porque muchas personas se están acercando». De este modo, en unas dos semanas han acudido a él alrededor de 25 personas y, sobre su perfil, precisa que se trata de gente con una edad media.

Juan Diego Recio es capellán de hospital y detalla que, en ocasiones, algunos creyentes pueden tener la necesidad de confesarse antes de una operación o, simplemente, cuando se encuentran acompañando a un familiar. Al ser preguntado por las razones que han motivado el impulso de Confesor Go, recuerda que «se hace, sobre todo, porque el Papa nos recordaba que estuviéramos más disponibles».