La escritora y maestra cordobesa Isabel Agüera acaba de publicar un nuevo libro, Vacaciones creativas, con el que suma ya 76 publicaciones de todos los géneros literarios. Sin dejar de escribir cada día, ahora está inmersa en las redes sociales, donde es muy activa en Facebook, Twitter y tiene varios blogs.

-¿Qué propone en ‘Vacaciones creativas’?

-Es una especie de guía de lectoescritura para que, en tiempo de vacaciones, padres, abuelos, hermanos e incluso los niños solos, tengan una serie de actividades lúdicas, creativas, para fomentar la lectoescritura, sobre todo de forma divertida.

-¿Y cómo se pueden implicar en ello padres y abuelos?

-Pues de la misma manera que me impliqué yo, y así me surgió el libro, en vacaciones con mis nietos y sus amigos. Deben participar los mayores con ellos, e incluso siendo los mayores los promotores de dichas actividades. Una vez que las lean, se las pueden proponer a los niños, y como son una especie de juegos, participan de una forma muy activa. Yo lo he comprobado en las vacaciones de verano en la playa con mis nietos y sus amigos y hemos hecho infinidad de cosas.

-O sea, que hay vida más allá de los móviles y los juegos tecnológicos.

-Exacto, porque yo empecé a darme cuenta hace años de que niños tan pequeños como mis nietos, de 9, 10 y 11 años, se pasaban el día con el móvil. Y yo entendía que tenía que buscarles alternativas que los divirtieran y los alejaran un poco de esa incomunicación y fatal vicio del móvil en la mano. Les proponía cosas que vienen en este libro y que me ha costado dos años escribirlo, para explicar muy sencillamente cómo llevar a cabo cada actividad. Y hay infinidad de juegos, con las cartas, con la oca, inventando con ellos juegos de lectoescritura. Actividades en las que los padres se pueden implicar jugando con ellos, pues siempre tiene que haber alguien que dirija esas propuestas.

-¿Es partidaria de mandar tareas en vacaciones?

-Yo no, ni en vacaciones ni fuera de ellas, porque a ningún mayor nos gusta llevarnos tareas a casa cuando salimos de nuestro trabajo. Entonces, que a los niños les impongan de tarea una traducción de inglés, cuando ni siquiera saben hablarlo, o copiados, o lectura de libros largos... pero si los niños en vacaciones lo que tienen que hacer es jugar y divertirse...

-A las puertas de las vacaciones de Navidad, ¿qué enseñanzas puede deparar ésta para los niños?

-Depende, porque ya muchos niños no participan de la Navidad. Pero tengo otro libro que se llama Manualidades creativas, donde vienen infinidad de actividades que pueden hacer los niños para decorar la casa, como árboles de navidad, flores, bonsáis... y de cara a la lectoescritura, propongo algún tipo de juegos.

-La lectura sigue siendo una asignatura pendiente.

-Sí, en primer lugar porque a los niños los ponemos a leer y antes que eso deben comprender. No es necesario que los niños tengan por obligación que leer libros, pueden leer un poema, un chiste, titulares... cualquier cosa, porque hay niños que los libros se les hacen insoportables. Cada niño tiene sus gustos, sus aficiones, y es muy importante más que leer el comprender. Me acuerdo de uno de mis nietos que lo llevaba a la guardería y le dije ‘corre que nos va a pillar el toro’ y se llevó un susto enorme. Nos creemos que ellos entienden todo y no es así.

-¿Qué le queda por escribir?

-Me queda mucho. Ahora estoy haciendo una labor de lectura muy importante en Facebook. Tengo un grupo de 60 personas que todos los días leen y comentan lo que escribo.