-¿Le gusta ser emisario de Baltasar?

-Sí, porque el mundo de los niños es inocente y está lleno de ilusión, verlos a ellos me transporta a mi infancia. La forma de ver la vida de los niños y cómo creen en la magia me contagia.

-¿Qué le cuentan los niños cuando los coge en el regazo?

-Los niños hablan de distintas cosas, no solo de regalos. Algunos son más consumistas y vienen solo por los juguetes, pero otros me cuentan historias muy personales sobre la separación de los padres, por ejemplo, que está afectando mucho a los niños... En esos casos, tengo que animarlos y hacer un poco de psicólogo con ellos. Algunos vienen con problemas emocionales y me dicen «no quiero juguetes, quiero estar con mi mamá o mi papá» y eso me toca mucho el corazón.

-¿Cuál es el regalo más sorprendente que le han pedido en estos años?

-Me sorprende cuando no piden regalos sino que me piden cosas como que sus padres vuelvan a estar juntos.

-¿Los niños piden cosas «de niños» y las niñas «de niñas»?

-Cada vez menos. Hay chicas que le piden a los Reyes un balón y cuentan que son futbolistas y les encanta el fútbol y hay niños que quieren una cocinita para practicar porque quiere ir a Masterchef. Desde que empecé hasta ahora, las cosas han cambiado bastante, ya no hay regalos de niños y de niñas, está todo más mezclado.

-¿Se acuerda de los niños de un año para otro?

-De algunos sí, tengo buena memoria y recuerdo hasta algunos nombres. Si no, los padres y los abuelos me echan una mano con eso para no decepcionarlos.

-¿Piden explicaciones si el año anterior no les llegó lo que habían pedido? ¿Ponen ‘hoja de reclamaciones’?

-No tanto, pero algunas veces se quejan de que han pedido algo a Papá Noel y no se lo ha traído y esperan que los Reyes se lo regalen.

-¿Los Reyes Magos entregan mucho carbón el 6 de enero?

-Sí, algunos padres lo piden porque los niños se han portado mal y hay que hacerlo. Algunos, por temor a eso, prometen mejorar con las notas y el comportamiento, prometen mucho.

-Imagino que un Rey Mago tiene su trabajo el resto del año. ¿A qué se dedica usted cuando no ejerce como rey?

-Soy pedagogo, tengo estudios de Teología, un máster de Lingüística y trabajo como traductor de la biblia a una lengua africana, el Fa B’Ambu, de la isla de Annobón, en Guinea Ecuatorial, de la que procedo. Mi familia y yo nos dedicamos a eso desde hace doce años con el patrocinio de Proel (Promotora Española de Lingüística), Wycliffe y Seet Company. Muy pronto, el año próximo, saldrá la traducción completa del Nuevo Testamento en formato libro y audio.

-¿A los emisarios reales los Reyes les traen también regalos el 6 de enero?

-Sí, claro, los carteros tenemos regalos y la misma ilusión que los niños.

-Algunos insisten en que los Reyes Magos no existen y que son los padres. ¿Qué puede usted decir a esto?

-A mí eso me parece muy mal, yo no entiendo a esa gente que intenta romper la magia diciendo esas cosas. Este es un mundo de ilusiones, fantástico, yo creo que no hay que perder la esperanza, a ninguna edad; hay que cultivar la ilusión siempre.

-¿Se llevan bien los Reyes Magos con Papá Noel?

-Sí, claro. Cada uno tiene a su público y nos llevamos todos muy bien.

-Hay muchos farsantes que se hacen pasar por Baltasar e incluso se pintan la cara para pasar por él. ¿A usted, como emisario suyo, qué le parece esto?

-En mi opinión, ahora eso ya no tiene sentido, en un mundo multicultural y globalizado como el actual, hay personas con magia y elocuencia de color como para recurrir a eso.