Cuando aún resuenan los ecos de las celebraciones conmemorativas del centenario del nacimiento de Manuel Rodríguez Sánchez Manolete, queremos destacar aquí la íntima participación del torero cordobés famoso por antonomasia, en el mundo cofrade de nuestra ciudad. Con suma brevedad y a modo de rápida pincelada, en concreto, pretendemos recordar, o incluso en cierto modo desvelar, la vinculación de Manolete con la cordobesa hermandad del Calvario.

En efecto, Manolete ingresó como cofrade del Calvario el 2 de enero de 1939, a tenor de la documentación que custodia la hermandad de San Lorenzo y de los testimonios que las hemerotecas nos ofrecen. Así, encontramos una sucinta pero precisa información que publicó el diario Azul, antecedente del actual periódico CÓRDOBA, el 28 de diciembre de 1938. De esta clarificadora noticia periodística, podemos extraer diversa información importante para la vida de esta hermandad, en esta bélica y concreta etapa histórica.

La primera es que la hermandad celebraba entonces cultos al Señor del Calvario, con motivo de la festividad del Dulce Nombre de Jesús, el 2 de enero y que en dicha función religiosa se admitía a los nuevos hermanos imponiéndoles la insignia de la cofradía.

En segundo lugar, se constata que, también en esa época, la cofradía del Señor de la Dulce Mirada, tenía como insignia o distintivo un escapulario, y no una medalla como unos años después se estableció y se generalizó para el conjunto de cofradías. Y en último lugar, el propio acontecimiento de que Manolete fuese recibido con todos los honores, como cofrade de esta secular hermandad de Jesús del Calvario en los indicados cultos de enero de 1939.