Desde el pasado viernes, el antiguo oratorio de San Felipe Neri (calle San Felipe) ha quedado convertido en un barroco joyero para albergar las joyas de las glorias cordobesas, una cuidada selección llevada a cabo por el carmelita Juan Dobado Fernández, comisario de la muestra. El joyero de una imagen testimonia el prestigio de la misma, así como la vitalidad de su culto. A lo largo de la historia, desde el pueblo llano a familias nobles, pasando incluso por la realeza, quedan asociadas a estas imágenes por medio de la donación de joyas. De ahí que estos conjuntos sean muy heterogéneos, compuestos de piezas de desigual calidad, tanto material como artística, en su mayoría piezas de carácter femenino en las que predomina el aspecto ornamental.

En este sentido, en la exposición se puede admirar la interesante colección de joyas del Carmen de San Cayetano, una de las mejores de Andalucía, según han afirmado los especialistas en la materia, pudiéndose contemplar desde sortijas, broches, relicarios y tiaras, así como el magnífico aderezo llamado del milagro.

No menos interesante es la colección de petos, una joya que lucían en el pecho las damas en el siglo XVIII, de donde pasó al pecho de las imágenes marianas. El peto comienza a configurarse a mediados del siglo XVII y fue la joya más rica y compleja del siglo XVIII. En esta exposición se han reunido por primera vez tres interesantes petos custodiados por las hermandades cordobesas. Así, está expuesto el peto de la Virgen del Socorro, el del Carmen de San Cayetano y el del Carmen de Puerta Nueva.

Estas piezas antiguas, fruto de la devoción de los fieles, conviven en el mismo espacio con piezas de nueva factura como las coronas canónicas de las imágenes letíficas que ostentan esta distinción y que por primera vez se pueden ver todas juntas.

Así, están expuestas la corona de oro de la Virgen de la Fuensanta, obra de Díaz Roncero; la del Carmen de San Cayetano, de Manuel Valera; la del Socorro, de Juan Borrero, y la de la Virgen de Linares, obra de Marcelino Barrera.

Junta a estas joyas lucen tres templetes de imágenes gloriosas como el de la Virgen de Villaviciosa de la Catedral cordobesa, el de la Virgen de la Cabeza o el de la Virgen de la Fuensanta, estrenado hace unos años.

Hasta el próximo día 29 de diciembre hay tiempo para admirar de cerca estas piezas únicas que conforman los joyeros de las glorias cordobesas.