Esta noche a las 21.00 horas en el salón de actos de la Diputación el joven Federico Tovar Cabrera, hermano de la Sagrada Cena, la Merced y lo Dolores será la voz de los jóvenes cofrades.

-Para quien no le conozca ¿quién es Federico Tovar?

-Soy un joven de 18 años, educado en el colegio Santísima Trinidad-Sansueña, estudiante de 1º de carrera y criado en una familia católica formada por dos padres y cuatro hijos, mis tres hermanas y yo. Vinculado desde siempre a las cofradías. Actualmente soy integrante de la Delegación de Juventud, el grupo joven de mi hermandad de la Sagrada Cena y la catequesis del colegio de La Salle.

-¿Cómo afronta el reto de ser la voz de la juventud cofrade?

-En primeras instancias, es fácil de sobrellevar, sin duda, pero cuando se es consciente de que tienes que dar ejemplo con la palabra a toda la juventud cofrade se va haciendo cada vez más cuesta arriba, pero aun así no es imposible de superar.

-¿Cómo ve el momento actual de los jóvenes cofrades?

-Mi visión sobre la juventud cofrade es francamente buena. Siempre he opinado que los jóvenes cofrades son los que tienen en sus manos el futuro de las cofradías cordobesas. Si bien es verdad que hasta hace unos años los jóvenes no tenían experiencia en casi ningún campo cofrade, hoy en día no cabe duda de que son el motor principal de cada cofradía, teniendo un papel muy importante en ellas.

-¿Qué significa para usted ser cofrade?

-Ser cofrade para mí es más que un sentimiento. Ser cofrade lleva la oración, la formación y la acción como elementos fundamentales en mi vida. No es solo vivir cada cofradía en la calle, o hacer estación de penitencia, sino también el sentir que las cofradías también son parte de la Iglesia y que, con ellas, también recibimos formación.

-Desde su perspectiva, ¿cómo definiría a un joven cofrade?

-A un joven cofrade lo definiría con una sola palabra, como ya he dicho antes: Futuro. Me mantengo en mi idea de que, aunque también sean parte del ahora de las cofradías, los jóvenes son la generación venidera en los asuntos de «poder», si así pudiera llamarse, de cada cofradía.

-¿Considera garantizado el futuro de la Semana Santa?

-A tan relativa pregunta, podría decir un «sí» con la boca chica. Ilusión, ganas y entrega nos sobran a todos, pero es necesario dar a la Córdoba cofrade más seguridad. La confianza y la estrecha relación entre todos los cofrades son lo que nos garantiza la prosperidad de nuestra amada Semana Santa.

-¿Qué mensaje desea transmitir esta noche con su pregón?

-Mi mensaje no es otro que el de dar ánimo. Pienso que si nadie los incita a seguir adelante, muchas veces se pueden venir abajo. No quiere decir que yo sea el idóneo para hacerlo, pero sí es seguro que quiero intentarlo. Los jóvenes han sido, como es lógico, mi gran inspiración.

-¿Qué valoración tiene del traslado de la carrera oficial a la Catedral?

-Pues, como opinaría mucha gente, una locura. No diré nunca que está mal, simplemente digo que no estamos preparados. Es una aventura totalmente nueva y Dios quiera que salga bien.