La primera función de preliminares fue más corta de lo habitual dadas las ausencias de la chirigota de Arjona Los auténticos trasnochadores y no aquellos que iban de vampiros, la comparsa de Alhaurín EL Grande La travesía y la de Almendralejo El baúl. Por tanto, la chirigota de Andrés Losada Con la verdad por delante fue la primera en pisar las tablas del teatro Góngora. Con estilo característico y un tipo de chivatos, esta agrupación interpretó dos pasodobles que tuvieron remates simpáticos. En el primero demostraron su capacidad para guardar un secreto… de kilo y medio. Mientras que en el segundo tocaron la temática burlesca con la ‘sinceridad’ de Nacho Vidal, alguien que siempre te apoya. En sus cuplés recordaron todas las cosas que han quitado, como los veladores, pero “que no le quiten los píxeles a la cara de Andreita”, mientras que en el segundo contaron una anécdota sobre Froilán de todos los Santos. Su popurrí estuvo rematado con diversas cuartetas de humor.

Chirigota 'Con la verdad por delante'

Tras esta actuación, vino otra chirigota. En este caso, desde Cañete de las Torres, el tercer premio del año pasado mostró sus credenciales para estar, al menos, en la final con Menudo es mi padre. Curas muy modernos que mostraron un repertorio de fuerza desde su presentación. Sus pasodobles comenzaban con puntos de humor, aunque en el primero quisieron acordarse de los tres grupos que no acudieron al concurso. Tras este chiste, dedicaron al público una emotiva letra de agradecimiento por el cariño que recibieron el año pasado, donde “en el Gran Teatro toqué el cielo con las manos”. En su segundo quisieron acordarse de Cataluña, pero “ese no es el problema, sino de todos, y si aquí no mandan los nuestros, nos vamos todos a la carpa”. Su tanda de cuplés tuvo mensajes para Rajoy y sus ‘eses’, que se debe “a que tiene una ostia en el cielo de la boca”, mientras que en su segundo mostraron sus tatuajes, pues “no llevo la Biblia porque la tengo en el cuerpo” y en el pecho de arriba abajo la semana santa, pero “la resurrección me la tatué y no sirvió de nada”. Ambos fueron rematados por un estribillo que coreó el público. Popurrí con cuartetas simpáticas, como la que mencionaron a numerosas hermandades cordobesas. “Si el Córdoba no cambia este plan, lo haré de la hermandad del Descendimiento”.

La tercera agrupación de la noche también fue una de las más esperadas. La comparsa de Javi Lonene La pasarela La pasarelamostró al público el camino hacia el mundo de los sueños. En su primer pasodoble quisieron recordar la angustia que supone ver a un hijo solo por navidades, “cuando se ha perdido muchas madrigadas y fines de semana por ser lo que quería, y aún así quiere seguir mejorando para no ser una simple camarera”. En su segundo pasodoble, el autor Javi Lonene quiso acordarse de su hijo, que tuvo embarazo prematuro y tuvo que esperar “meses y meses entre maquinitas para alimentarte, pero bendito aquel 9 de noviembre”. Su popurrí combinó cuartetas de bella factura.

Chirigota 'La chirigota de Filosofía y Letras'

La segunda parte de esta corta función comenzó con La Chirigota de Filosofía y Letras. En su primer año como adultos, estos fantasmas de la Facultad de Filosofía quisieron demostrar sus credenciales con dos pasodobles en los que recordaron sus inicios, pero “aún les quedan muchos años de carnaval”. Ya en el segundo lanzaron su piropo a Córdoba, ya que “soy un espectro que paseo por tus rincones” y cada vez que “llego a casa deseo que anoche que para pasear y volverme a enamorar”. Agradable tanda de cuplés y popurrí.

Comparsa 'Bajo tu manga'

La penúltima actuación de la noche llegó con la comparsa de Peñarroya-Pueblonuevo Bajo tu manga. Entre sus figurantes figura el guitarrista Roberto Fernández, que ha ganado dos Púas de oro. Desde su mesa de póker, esta agrupación se mostraron como jueces del bien y el mal repartiendo sus malas cartas para “los corruptos y quienes no aman su bandera” y sus buenas cartas las daban por Carnaval. Sus pasodobles tuvieron su carga crítica hacia la custodia compartida, pero también su parte emotiva con el segundo pasodoble sobre el Alzheimer. Tras unos cuplés cargados de temática sexual, su popurrí redondeó la crítica social de esta agrupación.

Chirigota 'Los mayas tienen la culpa'

La chirigota de Los Mayas cerraron la función con Los mayas tienen la culpa. Subidos en un andamio, estos albañiles mostraron su repertorio. Su segundo pasodoble quiso reivindicar al teatro Góngora y su papel en el Carnaval, pues “yo he visto cantar los pioneros en estas tablas y me metieron este veneno”. Cuplés agradables, sobre todo su segundo en el que un cordobesista estaba depresivo y quería tirarse, entonces lo tuve que dejar. Su popurrí también tuvo cuartetas simpáticas para cerrar la preliminar.