La cuarta y penúltima preliminar del concurso arrancó con una reivindicación por parte de la cantera. Así, la comparsa infantil de Pozoblanco Este mundo se nos queda pequeño mostró todo su arte en las tablas del Gran Teatro y mostrar “mi amor por mi ciudad y tus calles a través de mi corazón de carnavalero”. Estos principitos tocaron un tema inédito en el segundo pasodoble, puesto que quisieron acordarse de las personas sordomudas. Además que cantaron la copla empleando también el lenguaje de signos. En sus cuplés también mostraron su punto crítico acordándose de Isabel Tejerina y sus comparaciones sobre la educación en Castilla y León y Andalucía. El público, que ocupaba tres cuartas partes del teatro, supo reconocer su esfuerzo.

La comparsa infantil de Pozoblanco 'Este mundo se nos queda pequeño. CARNAVALESCA

Tras este gran descubrimiento, la primera agrupación adulta de la noche fue la comparsa de Belmez Desde mi atalaya. La agrupación de Francisco José Figueroba Patxi interpretó su repertorio con una llamativa puesta en escena, simulando a la parte más alta de un torreón que evoca a los mismo Reales Alcázares. Su primer pasodoble defendió el papel de la provincia en este concurso, ya que “cuando nadie quería cantarte, ella te salvó”. Este grupo cerró su tanda de pasodobles con un órdago hacia la vida. Sus dos simpáticos cuplés sobre la clase política fueron rematados con un piropo en forma de estribillo hacia Córdoba, pues “desde las alturas qué bonita se te ve” y por eso, “me encuentro a medio camino entre el cielo y el paraíso”. Su popurrí tuvo un hilo musical suave combinados con letras de defensa hacia Córdoba, una ciudad a la que “ninguna muralla sirva de excusa para dejar de crecer”.

La comparsa de Belmez 'Desde mi atalaya'. FGC

La primera chirigota de la noche llegó desde Montoro. Rigoberto el experto, te vas con lo puesto Rigoberto el experto, te vas con lo puestopisaron el Gran Teatro para demostrar sus lecciones magistrales de alta costura. Tal es su devoción por la moda, que “yo cuando nací me corté la tripa” y “en la escuela ni estudiaba ni escribía, pero sí arreglaba los jerseys de los niños que se rompían”. En su primer pasodoble analizó el estado de la política española haciendo un paralelismo con la costura, mientras que en su segundo defendió a aquellas parejas homosexuales que deciden adoptar niños, pues para ellos sería maravilloso “con el amor que ellos necesitan” tras sufrir años de discriminación. Acto seguidos, lanzaron dos cuplés ligados al tipo que hicieron reír, sobre todo el segundo en el que contaron los trajes que le hicieron a los famosos, aunque para su director les bastó “con coger las medidas de Kiko Rivera”. Su final del estribillo tuvo un golpe bien tirado, ya que estos modistas te cogen “los pespuntes por delante y por detrás”.

La chirigota de Montoro 'Rigoberto, el expero, te vas con lo puesto'. FGC

El cuarteto Multiservicios Los Pepes interpretó su repertorio desde la tumba de Franco en el valle de Los Caídos. Estos dos obreros y socios debían afrontar la exhumación del Caudillo ante la oposición del obispo Demetrio Fernández. Tuvieron diversos golpes de humor en su parodia, como “vas a ser el único cuarteto al que le da gandamirá sacar a un muerto” o sus múltiples guiños al Carnaval de Córdoba. Acto seguido dieron otros toques de humor con sus dos cuplés, sobre todo el segundo sobre el cambio en nombre de las calles, que “yo creo que no servirá para nada puesto que al Carrefour le siguen llamando Pryca”. Remataron su actuación con un tema libre para intentar empezar la obra, pero entre chiste y chiste lo tuvieron que dejar para otro día, aunque “depende de lo que diga el jurado”.

El cuarteto de Córdoba 'Multiservicios los Pepes'. FGC

La agrupación cabeza de serie de la noche era la chirigota de los hermanos Gallardo de Cañete de Las Torres Pa vestir santos. Estas mujeres solteras llegaron “recién salidas de la iglesia” para defender su tercer premio del 2018. Y causaron impacto desde su puesta en escena, una de sus señas de identidad. Su soltería la llevan muy bien, puesto que “puedo hacer lo que le da la gana” y lanzaron un consejo a todas aquellas mujeres casadas: “controla a tu marido el whatsapp”. Calentaron aun más el ambiente para cantar sus dos pasodobles. En el primero llevaron su amor hacia Córdoba, mientras que en el segundo reivindicaron su carácter feminista. Ante las críticas, “yo solo lucho porque todos seamos iguales”. Sus cuplés también hicieron reír merced a sus golpes ingeniosos. En el primero contaron el día que fueron a una esteticíen “para hacerme las ingles”. Se asombraron con las que cosas que se hacen hoy en día, “yo al final me lo pinté de verde y me lo corté un poco, y ahora cuando me meo parece El Arcángel con periquitos”. Mientras que en el segundo les dijeron a las jóvenes que “Rosalía no es ninguna pionera, ya que mi madre todos los días cogía la zapatilla y me hacía ‘tra tra’.

Culminó su actuación con un popurrí lleno de puntos de humor sobre aspectos del día a día que les ocurren a estas solteronas. Le pidieron a Susana Díaz que no se vaya “porque el paro de los 50 ahora iba a cobrarlo yo”. Como consecuencia de su gran actuación, en su penúltima cuarteta hicieron poner al público en pie para elegir a su pretendiente, aunque al final no lo consiguieron con tantos requisitos que pusieron. Pusieron en pie al público cuando aun les faltaba un final de popurrí a ritmo de tanguillo. Un conjunto que funcionó perfectamente para agrado del público que les ovacionó.

La primera mitad de la sesión la culminó una nueva comparsa como es la de Los herederos. Con el tipo de La troupe, esta joven comparsa pisó las tablas del Gran Teatro con un tipo de circo francés que mostró fuerza pero afinada a la hora de cantar desde el principio. Su primer pasodoble fue una carta en forma de consejo para todos los carnavaleros, puesto que “me siento orgulloso de amar esta fiesta”, pues “mi padre es carnavalero, aunque también me ha enseñado el respeto” por el compañero. Su segundo pasodoble, en cambio, fue una defensa hacia las mujeres maltratadas ante un asesino “que después guarda silencio”. Una letra que generó pellizco entre el público. Su popurrí presentó una gran variedad de tonos musicales y vocales que agradaron al público. Todo ello interpretado con mucha suavidad.

La comparsa cordobesa 'La troupe'. FGC

La siguiente agrupación fue la chirigota de Paquito Vega Los del Lydl. Esta secta debutó en el certamen cordobés para criticar, en su primer pasodoble, a aquellos “compañeros” que abandera la hipocresía y “puñaladas” dentro del Carnaval y vierten sus críticas sobre el jurado o la Carnavalesca. Su segundo pasodoble fue otra crítica hacia violencia de género, Tras dos cuplés sobre Rosalía y aspectos del tipo, su popurrí trató diversos aspectos del funcionamiento de la secta, aunque todos se preguntaron lo mismo: “y la orgía para cuándo”.

La chrigota cordobesa de Paquito Vega 'Los del Lydl'. FGC

La séptima agrupación de la noche fue la comparsa cordobesa La bohème. Desde el barrio de los pintores de París, estos artistas pisaron el Gran Teatro con una presentación muy ligada al tipo, lenta y cantada con suavidad, con la finura propia del artista francés a la hora de crear su obra. Nico, púa de oro del 2018, volvió a demostrar su estilo tocando la guitarra. Estos bohemios le cantaron en su primer pasodoble a la mujer, su “musa”, la que le inspira para crear su obra ya sea “madre luchadora” o “bailarina de cabaret” (como la figurante que apareció en el pasodoble). Por otro lado, en su segundo pasodoble le declararon su amor a Córdoba. Sus dos agradables ligados fueron rematados con un estribillo en el que reivindicaron los “dos coloretes por Carnaval” ante el frío de este mes de febrero. Su popurrí tuvo mucha elegancia tanto en la música como en su interpretación. Aunque en su final, dejaron a un lado el acento francés para despedirse al compás del 3x4 del Carnaval.

La comparsa de Córdoba 'La troupe'. FGC

El último tercio de la función comenzó con la chirigota Los rebujitos ya tienen tablas. Este grupo hizo realidad el proyecto de la futura playa artificial junto al río Guadalquivir para surfear ya fuera en una tabla de surf, en una de planchar, en la tabla de los puntos del concurso en la que “el Córdoba no juega pero quedaría el último igualmente”. En su primer pasodoble, a capella, mostraron su compromiso por la fiesta ante las críticas de “aquellos que querían que de mi tabla mi cayera”. Por otro lado, el segundo pasodoble lanzaron su dardo hacia “la hipocresía que yo he visto en la fiesta desde que se alza el telón” y cargó sus tintas sobre una Asociación Carnavalesca “que no da abasto con tantas dimisiones”. Su primer cuplé trató sobre la proliferación de los vibradores, según la propia agrupación. En el segundo hablaron de la relación de los reyes eméritos Don Juan Carlos y Doña Sofía. Su final fue encadenado, ya que lo cerraron con “la tabla del 100 montaditos”. En su estribillo quisieron coger una ola, pero “si me invitas en la Carpa a diez cubatas, también la cojo”. En su popurrí, hicieron una clase de surf con el público que aguantaba en el Gran Teatro sobre las 01.00 horas de la madrugada. Se despidieron al compás del 3x4 chirigotero e imprimiendo sentimiento a su letra.

La chirigota de Córdoba 'Los rebujitos ta tienen tablas'. FGC

La penúltima actuación de la noche corrió a cargo de la comparsa Los extranjeros. Estos antiguos soldados de La madrileña ha dejado su patria para quedarse en la tierra del Nuevo Mundo, pero “el extranjero ha vuelto por febrero”. Un tipo muy llamativo que mezclaba elementos de soldado con otros propios de un chamán de una tribu americana. Este grupo fue el primero en inscribirse y esas ganas las demostraron sobre las tablas del Gran Teatro. Y en su primer pasodoble no quisieron callarse y quisieron recordar la mala suerte que sufrieron en el sorteo y, sobre todo, el hecho de que “un hermano me hiciera otro milagro” después de oír por la radio “el milagro de pasar a la ronda”. Pese a ello, “aquí vengo a pagarte por todo ello pese a ser un extranjero”. Su primer pasodoble reivindicaron el espíritu del andalucismo y criticaron todos los problemas que arrastra nuestra comunidad. Su segundo cuplé contaron su intento de ligar por Instagram. Ambos fueron rematados con un estribillo lírico en el que recordaron que su brujo “siempre despierta por febrero, aunque tengo la condena de ser un extranjero”. Se despidieron del Gran Teatro con un popurrí cantando de manera elegante, suave, aunque afinado. Fruto del trabajo que ha empleado esta comparsa en su afán por cantarle a Andalucía, cuya bandera tenía pintada en su rostro.

La comparsa de Madrid 'Los extranjeros'. FGC

La chirigota de Arjona (Jaén) Los auténticos correcaminos y no los que hacen bip bip porque hacían din don Los auténticos correcaminos y no los que hacen bip bip porque hacían din doncerraron la penúltima preliminar. Estos repartidores siempre van corriendo a todos lados, pero quisieron hacer una parada en el Gran Teatro para defender sus coplas. Tal y como hicieron en el primer pasodoble, que a raíz de la medalla de Andalucía otorgada al coplero gaditano Antonio Martín, defendieron a aquellos “que no son famosos y se sacrifican para salir adelante; esos también se merecen una medalla y esa será mi verdadera Andalucía”. En el segundo defendieron a la mujer, que “nunca estará sola”.

La chirigota de Arjona (Jaén) 'Los auténticos correcaminos y no los que hacen bip bip porque hacían din don'. FGC

Por otro lado, dos cuplés ligados al tipo fueron rematados con un estribillo en el que en lugar de huir del correcaminos, tiene que huir de “mi suegra vestida de noche”. Su popurrí estuvo ligado al tipo y con golpes de humor cómo llegar a una casa a las doce de la noche. Tuvo un ritmo muy frenético, propio del estrés al que se someten estos repartidores. Aunque, al final pudieron despedirse dando un paso al frente en el escenario y a ritmo del compás chirigotero. Así concluyó una cuarta preliminar a las 02.04 horas.