Córdoba se preparaba para acoger el espíritu de Don Carnal, que volvería a las calles de la ciudad de la Mezquita-Catedral a las puertas de la primavera. Y este año, Miguel Amate será el encargado de darle la bienvenida con su pregón. Pero antes, el 37º Concurso de Agrupaciones vivió su canto de cisne con la celebración de la gran final en un Gran Teatro que, aunque hubo determinados altibajos, el público presente puso calor desde el patio de butacas.

La final comenzó con la primera reivindicación por parte de la cantera. La comparsa de Pozoblanco Este mundo se nos queda pequeño brindó su homenaje a las personas sordomudas con un segundo pasodoble que cantaron utilizando el lenguaje de signos. Una agradable actuación de estos principitos para dar comienzo a una noche larga y mágica para los amantes de la fiesta de Don Carnal.

La comparsa infantil de Pozoblanco 'Este mundo se nos queda pequeño'.

La Asociación Carnavalesca quiso invitar a las dos agrupaciones infantiles a que actuaran en esta gran final. Por ello, la segunda agrupación de la noche sería la primera en mostrar sus credenciales al primer premio en el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas. La comparsa de Pablo Castilla Puente de Plata Puente de Platavolvió a mostrar una lección de Historia sobre las tablas del Gran Teatro. En concreto, la primera derrota del ejército napoleónico en la batalla de Bailén. En su primer pasodoble, el guión temático parecía que se encaminaba hacia aquellas personas que sufren Alzheimer a través de una conversación entre una persona que comenzaba a sufrir dicha enfermedad con un ser querido. “Si algún día me olvido de mi beso de despedida o de los recuerdos de mi vida, por eso cuéntame cómo fui yo” “Recuérdame las noches buscándome en un callejón”. “Recuerdo aquellos días cuando la vida nos puso a prueba o que juntos hemos formado una familia”. Una letra rematada con un emotivo final para cerrar la letra: “si todo eso me lo olvido yo te pido que tú no me olvides”. Una copla muy sensible para iniciar una actuación en un ambiente cálido. Cerraron su tanda de pasodoble con una segunda copla hacia Miguel Amate. “Aunque seamos rivales, nos engancha esta afición; esto es Carnaval y corazón (…) qué sabrá la gente sobre nuestra relación; que si somos guerreros… este guerrero toma su espada por el pregón… gloria por nuestros sueños… la vida y la palabra, la más sagrada fuerza y honor; si algo me enseñó es lo importante de la vida, es cuando esa amistad comprometida se convierte para toda la vida. En esta letra al pregonero también tuvo su cabida Paquito Luque, fallecido el pasado mes de enero. Tras dos simpáticos cuplés y un estribillo en el que sorprendieron al público lanzando papelillos dorados desde sus cañones, cerraron su actuación con un popurrí en el que volvieron a mostrara su potencia vocal y su conjunto de voces.

La comparsa 'Puente de plata'.

Tras esta comparsa, la primera chirigota llegó desde Cañete de las Torres. La primera de las dos agrupaciones finalistas de esta localidad del Alto Guadalquivir fue La Superwoman. Las abuelas todoterreno de Los Nenes reivindicaron en su primer pasodoble que “la frontera son solo rayas que alguien pintaba en un papel”. Reivindicaron la forma de ser de los andaluces y “Córdoba la llana es el lugar que me vio nacer”, pero “Cañete es el lugar de mis primeros recuerdos”. Fue una letra reivindicativa de su municipio. “Aún no me lo creo, que habría dos chirigotas esta noche aquí cantando”. En su segundo pasodoble recordaron que “mi abuela decía que a los políticos hay que cambiarlos de vez en cuando, porque lo mismo son”. Aunque hicieron una excepción con “aquellos que ponen su pueblo en un altar o que ven el dinero y no son capaces de cogerlo”. Solo a esos “que no son sinvergüenzas y defiendan la igualdad, les voy a dejar mi papeleta”. Iniciaron su tanda de cuplés recordando “aquel niño sinvergüenza en el parque” mientras se paseaba por el escenario con un patinete. “El mamarracho siempre se reía de mi, entonces le di un guantazo y salió volando; por eso si quieres reírte ahora en el columpio tienes dos dientes”. En su segundo cuplé hablaron los nietos de estas abuelas. “Mi abuela dice que somos finalistas; no sé lo que es pero llevo dos días sin parar de saltar”. Los niños confesaron que “a mí lo que me gusta es la feria, montarme en los cacharros y bailar en la caseta, pero lo malo es cuando mi abuela me pone el vaso en la cabeza”. Goles de humor en su popurrí para ganarse el aplauso del respetable.

La chirigota de 'Los Nenes' de Cañete de la Torres, 'La Superwoman'.

Tras estos dos grupos de adultos, la cantera volvió a reivindicarse con la chirigota de Gregorio Como perros y gatos. Estos jóvenes chirigoteros, que recordaron a las películas de vaqueros e indios del Western norteamericano. Su tanda de pasodobles tuvo mensajes emotivos y llenos de esperanza en unos tiempos complicados. Su tanda de cuplés tuvo golpes simpáticos que hicieron agradar al público, al igual que en sus cuartetas de popurrí. Esta chirigota volvió a demostrar su valía y tienen un gran futuro por delante.

La chirigota infantil 'Como perros y gatos'.

A diferencia del resto de funciones, había un descanso. De este modo, la comparsa de los hermanos Cobos Los mequetrefes Los mequetrefescerrarían la primera parte de la función con sus cánticos de rebelión pese a ser unos simples obreros frente a las élites que manejan el mundo. Tras su presentación llena de alegría, su primer pasodoble fue una firme defensa de los jubilados que luchan por sus pensiones a través de la historia de Manuel. “Tras muchos años trabajando… en años de dictadura… tras dejar que escuchar a su compañera, se unió a la lucha obrera”. Pero, con la democracia y ya cansado de luchar, ve como sus hijos votan a los partidos de mentira y capataz”. Aunque su segundo pasodoble puso en pie al público tras recordar el drama de la familia de Francisco Molina, desaparecido desde 2015. “Son 44 hojas del calendario, de domingos sin verlo” y “no sé ya por dónde buscar a mi tesoro”. Cerraron su letra mostrando una pancarta con dos números de teléfono para intentar poner fin a la situación dramática de esta familia. Simpáticos cuplés sobre la independencia de Cataluña y el senderismo, ambos rematados con un estribillo en el que se reivindicaron como valientes mequetrefes, a los que “si me das una sonrisa seré un mandamás”. Un espíritu que volvieron a reivindicar en las cuartetas de su popurrí, un “mequetrefe pero que al menos vive con dignidad, en rebeldía con pasodobles valiente y cuplecitos calientes”. También lanzaron papelillos si “combaten nuestras pensiones o nos recortan más libertades”. Muchos mensajes reivindicativos para “dejar bien claro que el pueblo siempre cumplió”.

La comparsa 'Los mequetrefes'.

Llegó la hora del descanso y en ese turno se aprovechó para hacer entrega del premio Rafael Díaz ‘Micrófono de oro’, que recayó en Pepín Carrillo. Su comparsa y más carnavaleros tuvieron el detalle de cantarle un pasodoble escrito por el hijo de Carrillo, José Carlos. Acto seguido se entregaron los antifaces de oro por su trayectoria carnavalera a José Caballero López (Cateto), Juan Manuel Cañete de la Fuente, Víctor Balboa Frutos, José Expósito Luque (Lukas) y Pedro Pérez Jorge (Kepa). Por último, el turno de los reconocimientos finalizó con la entrega de una placa por parte de la Asociación Carnavalesca a María Ángeles Mellado y Juan Domínguez Patato, presentadores de la final y periodistas de PTV que trabajan la información vinculada al Carnaval cordobés.

La concejala de Promoción, Carmen González, junto a Pepín Carrillo, Micrófono de oro 2019.

Los antifaces de oro de este Carnaval 2019.

Tras este acto protocolario, la función prosiguió su curso con la segunda chirigota finalista de Cañete de las Torres. La agrupación de los hermanos Gallardo ¡Pa vestir santos! ¡Pa vestir santos!Calentaron al público con su presentación que tuvo golpes de humor que hicieron reír. Su primer pasodoble fue una carta de amor hacia Córdoba y su carnaval, mientras que en su segundo pasodoble en el que recordaron que “dicen de mí que nací para cuidarle”, pero también tener “un ratito al día para cuidar de sus nietos”. Por todo ello, el destino me dejó ese regalo: el placer de tenerlos un ratito”. Su primer cuplé lo enfocó hacia los cambios de nombres de varias calles cordobesas. Le dijeron a Ambrosio que también se cambiase el nombre porque “Isabel era el nombre de una reina muy dictatorial”, pero “al final lo que se cambió fue de dentista y se lijó las dos paletas… pues dile lo mismo a Susana Díaz… o también podían hacer lo mismo a los caballos de los cocheros de Fleky”. Segundo cuplé también con golpe de humor hacia la alcaldesa, pues “Ambrosio le llamaba la Preysler al mayordomo en el anuncio de los Ferrero Rocher”. También se acordaron de su vecina Lola de Cañete (La Superwoman) que “sus nietos me tienen hasta el mismo pepe (así acaba el estribillo de la chirigota cañetera de Los Nenes). Su popurrí enlazó chistes que sacaron las sonrisas del público, que estuvo volcado con estas solteronas.

La chirigota de los hermanos Gallardo de Cañete de las Torres, '¡Pa vestir santos!'

El humor prosiguió con el único cuarteto de la final, Multiservicios Los Pepes. Los dos obreros comenzaron su parodia con un nuevo contrato, en este caso del IMAE para “bajar el paraíso, darle la vuelta al patio de butacas o poner los número bien de las puertas de las plateas, que están repetidos (debido a las obras para mejorar la accesibilidad, han unido varias plateas y de ahí que una platea actual tenga dos puertas). Aunque también debían afrontar la exhumación de Franco, que en su tercera actuación en este concurso aún no la habían terminado. Cuando los obreros se fueron, el cura Don Gregorio se llevó el ataúd del dictador. Cuando regresaron con las herramientas, estos obreros hicieron reír ya que uno de ellos se llevó cualquier cosa menos las herramientas y cuando dijeron de levantar la lápida, no estaba. Parodia que hizo reír en todo momento para dar paso a dos simpáticos cuplés, sobre todo el segundo sobre los hermanos Aranda y Rafael Rojano, finalistas en el COAC de Cádiz. “Estamos orgullosos de que lleven el nombre de nuestra tierra, pero el tipo no les favorece mucho; pues parecen el Príncipe de las Galletas (por El marqués de Cádiz, comparsa de los Carapapa en la que canta Rojano) y el capitán Pescanova (por la comparsa de Ángel Subiela Los luceros, en la que actúan José Manuel y Rafael Aranda). Su tema libre, novedoso, también mantuvo atento al público, como con la carta de un Franco resucitado a los Pepes: “yo quise acabar con el Carnaval, y me habéis sacado en la final).

El cuarteto 'Multiservicios Los Pepes, obras varias'.

La chirigota regresó con el espectáculo de Raphael y Los del S’Cándalo. El grupo de Antonio Barrera, procedente de Almodóvar del Río, quiso lanzar su dardo envenenado a aquellos “asesinos” en forma de “carta sin destinatario” para quienes le ponen la mano a una mujer. Más crítico aún fue su segundo pasodoble reivindicando el valor de “los catetos” de la provincia en este concurso, algo que “ya he vivido este febrero” pues dicen que “si gano es porque ha venido el pueblo entero”. Golpes simpáticos en sus cuplés, sobre todo el segundo sobre “mi mierda perro”. Le encanta el Carnaval “y se altera cuando escucha algo bueno”, de hecho “le pongo Daddy Cadi y se marca un perreo o escucha a cantar a Javi Lonene y se viene arriba, pero le canto mi pasodoble y se queda dormido. Cerraron su actuación con un popurrí muy animado y que provocó la ovación del público.

La chirigota de Almodóvar del Río 'Los del S'Cándalo'.

La función se acercaba a su final. De este modo, Almodóvar del Río volvería a estar presente con la comparsa de Javi Lonene Qué bonita se te ve. Los aviadores de esta comparsa de la Vega del Guadalquivir pisaron las tablas del Gran Teatro, por tercera vez, para decirle a Córdoba “qué bonita se te ve desde aquí arriba”. Su tanda de pasodobles comenzó con una sensible letra. “De la calle con paso firme, como hacen los valientes”. El guión de este pasodoble diciendo que “aquí no se muere nadie (…) dame la mano Manuel, que nos dejamos la piel trabajando media vida”. Cerraron la copla apuntando que “sin banderas, ellos lucharon por sus pensiones y sí demostraron que son españoles”. Cerraron su tanda de pasodobles con otra emotiva copla. “Macetas colgando en la calle de las flores, ropa limpia en la azotea (…) se va asomando la luna, hay si tú pudieras verte, qué bonita se te ve, cerca de San Rafael; por la Ribera seguí rumbo a Santa Marina y en cada esquina floreció el embrujo y la magia; y sé Córdoba que te lo debía, niña de las tres culturas, cómo no voy a cantarte si como tú, no hay ninguna”. Cuplés con golpes de humor. El primero sobre la prueba del polígrafo, incluida en el escenario, en el que pasaron la prueba de la verdad, aunque todos mintieron. También sirvió para recordar a las dos últimas comparsas de Lonene: La pasarela (2018) y A qué te enamoro? (2017). También tuvo buenos golpes el segundo sobre la futura actuación de Rosalía en la Noche Blanca del Flamenco. “No saben si ponerla en el Potro o en la Mezquita, pero si quieres, Isabel Ambrosio, déjamela a mí que te la pongo mirando a Cuenca”. En su popurrí estos aviadores se defendieron de “aquellos cobardes” como la envidia o la prensa sátira que “nos tienen en su cañón”. Cuartetas melódicas que fueron rematados con una final hacia arriba y lleno de potencia vocal.

La comparsa de Almodóvar del Río 'Qué bonita se te ve'.

La penúltima agrupación de la noche fue la chirigota de Daniel Moriana Los catedráticos. Estos cocheros de la Mezquita-Catedral cantaron un primer pasodoble emotivo. “Cuando miro a ellos suplicando agua en una feria, es cuando más vergüenza siento del ser humano”. En el final le dieron una vuelta de tuerca. “Cuando veo a un caballo en una fiesta de borrachera, pienso que los seres humanos somos nosotros”. Su segundo pasodoble fue más crítico, en este caso hacia la prensa cordobesa. “Cada febrero, ya está el noticiero siempre lleno de sangre”. Una letra rematada apuntando que “por qué no dijisteis nada de cómo quiero a mi Córdoba y la defiendo desde la sierra y la campiña”. Su tanda de cuplés hizo reír al público, sobre todo el segundo hablando de su caballo. “Si le digo VOX, se cuadra y me canta el himno nacional”. Aunque, “la última vez que le di una orden se echó para atrás y me dio un poyaso (sic) en toda la frente). Cerraron su popurrí con buenos golpes de humor, sobre todo su Padre Nuestro para “librarnos del pan Bimbo” o su visita turística por Córdoba, en la que los monumentos “los hicieron en 1032 y el capataz era Jordi Hurtado”.

La chirigota 'Los catedráticos'.

La última agrupación de la noche y, por consiguiente, del 37º certamen de coplas carnavalescas fue la comparsa de Los Niños La bohème. Estos artistas bohemios de París recordaron la memoria de Ortega y Gasset o Antonio Machado, entre otros grandes de las letras españolas, para reivindicar la libertad de expresión y también, “recordar que todavía hay más de un preso” cuya condena es “su forma de actuar”. Un guiño hacia el juicio al que han sido sometido cómicos como Dani Mateo. En cambio, su segundo pasodoble fue una carta directa hacia la alcaldesa, Isabel Ambrosio. “Salir a la calle mintiendo con promesas, por eso le dará vergüenza”. Una dura crítica hacia la edil socialista a menos de tres meses de las elecciones municipales. Esta letra la culminaron apuntando que “no se da cuenta de que su pueblo está viviendo en el alambre y poco a poco, está muriendo en la miseria”. Su agradable de cuplés dio paso a un popurrí en el que volvieron a mostrar su acento francés, al igual que en todo el repertorio, y también tuvo su presencia la música francesa y el elegante carácter galo, como materializaron en su disfraz.

La comparsa 'La bohème'.

El reloj marcaba las 04.02 horas de la madrugada. Una hora en la que se echó el telón con la última letra de La bohème y al ritmo del compás del 3x4. Ese fue el punto y final a una 37ª edición de un concurso que, como siempre, ha tenido reivindicaciones, mensajes críticos y golpes de humor. En definitiva, el pueblo ha podido expresarse de nuevo en estas dos semanas de coplas en el Gran Teatro que, a partir de este sábado, se podrán escuchar en las calles cordobesas.