Ya sea por el hecho de ser viernes o por el descenso considerable del mercurio, la segunda función de preliminares tuvo el ambiente propio de las noches de Carnaval del Gran Teatro. Un ambiente cálido para acoger a las nueve agrupaciones en cartel.

Chirigota infantil 'Contigo Vibro'

Todo comenzó con el estreno de la chirigota infantil Contigo Vibro. Desde Villafranca de Córdoba, esta agrupación derrochó todo su talento en las tablas del Gran Teatro. En sus pasodobles demostraron todo su amor a los aficionados y a sus padres antes de una simpática tanda de cuplés y un popurrí con puntos de humor.

Sevilla tiene una amplia representación en este concurso. Así, la primera comparsa de la función, Fuego, provenía de la capital hispalense. Tras una presentación de fuerza, en su tanda de pasodobles mostraron su lado más crítico con dos letras que mostraron su amor hacia Córdoba, a pesar de los estigmas que siempre existen hacia Sevilla. El segundo volvió a tocar su tierra, pero para denunciar los maltratos del grupo La Manada a un joven en los últimos Sanfermines.

Comparsa 'Fuego'

Siguiendo con la alternancia, la chirigota APTC Valiente Jurado APTC Valiente Juradohizo su puesta en escena a ritmo de tanquillo y terminaron con un mannequin challenge. Tras dos pasodobles en los que declararon su amor hacia el Carnaval y recordaron a su autor que no pudo salir este año, en sus cuplés ofrecieron su visión del nuevo tramo de la variante de Los Visos, en el que apuntaron que la nueva raya blanca “fue la que se metió el ingeniero cuando hizo el proyecto”. En su popurrí contaron numerosas anécdotas de sus vigilancias en el Pecados, el Primark o Babilonia.

El humor fue el protagonista de la función. En esa línea siguió el cuarteto Pesadilla en España. La visita de Alberto Chicote al restaurante España despertó talento, tanto humorísitco como “culinario” de su chef Tomás Peluca. En sus cuplés recordaron una academia para enseñar a practicar el “mamaso”. Un lugar al que se apuntó su vecina y aprendió tanto que el pimiento quería pedirle el matrimonio. También trataron su petición de que a raíz de la aplicación del running, sacaran una aplicación que dijera “que me estoy rascando los cojones”. En su tema libre dejaron a entender al jurado que necesitan un día, “o dos o tres, según como queráis”, para levantar la situación crítica del establecimiento.

Sin saber dónde estaban, los componentes de la chirigota Ojú que despiste se presentaron en el Gran Teatro. Interpretaron un repertorio ligado al tipo. En sus pasodobles lanzaron un piropo a las mujeres andaluzas, aunque acabaron alabando a las brasileñas. También contaron el día de su boda, en el que “se presentaron con el muerto y le dieron el anillo a la viuda”, aunque “cuando vimos la herencia… mi boda era en San Lorenzo”. Haciendo gala de su alta atención, los cuplés estuvieron enredados entre una visita al nicho de su bisabuelo y una visita al director de su banco tras una carta de alzamiento de su casa.

Chirigota 'Ojú que despiste'

Hasta la sexta agrupación no regresó la comparsa. En este caso, se trataba del grupo El reino de Cronos. Procedente de Encinas Reales y con un tipo de relojeros, esta agrupación interpretó un canto en defensa de los abuelos, así como una defensa hacia los profesores en su tanda de pasodobles. Tras dos simpáticos cuplés, el popurrí lanzó un mensaje para no perder el tiempo y defenderse ante un mundo lleno de injusticias.

Comparsa ' El reino de Cronos'

La parte final de la función tuvo un fuerte componente taurino. Por un lado, la chirigota de Lopera Los niños de la Verónica pisaron el ruedo del Gran Teatro dispuestos a cuajar una gran faena. Obtuvieron las dos orejas con dos pasodobles muy sensibles, el primero dedicado a los vuelos y el segundo fue una letra de bella factura en la que defendieron la bandera española, “sin ser un facha que se aprovecha para ensalzar mi bandera”, en medio del conflicto que existe en España con las banderas autonómicas.

Entre medias, hizo acto de presencia la compara de Peñarroya-Pueblonuevo Viajeros. Bajo el punteo de Rubén Corvillo, estos comparsistas vinieron del 2045 para hacerles mostrar a los presentes el terrible futuro que les espera. En sus pasodobles tuvieron para palabras para aquellas mujeres que se han enfrentado al cáncer y que “representan la esperanza de muchas mujeres”,pues “tu lucha es su sufrimiento”. En su segundo pasodoble, recordaron la situación agónica de muchas familias que tienen que afrontar, además, la subida de la luz. Como consecuencia, recordaron que los culpables “son aquellos malos que dicen que todo va mejor, cuando sacan el dinero a los que viven en la absoluta miseria”.

La misma crítica la mostraron en sus cuplés, en el primero recordaron que el gobierno nos hace siempre una mannequin challenge, mientras que nosotros “solo nos movemos para cazar pokemon”. Pero en el segundo, dieron un paso al humor con una reflexión sobre la teoría de la gravedad. Ante ello, pidieron que todos practicaran el movimiento del campanillero. Su popurrí tuvo numerosos mensajes de reivindicación.

Chirigota 'Una mala tarde la tiene cualquiera'

Tras esta pausa, el ambiente de los ruedos regresó con la chirigota Una mala tarde la tiene cualquiera. Los diestros de Antonio Cobos Comisario dieron una muestra más de su fidelidad hacia la fiesta con un repertorio animado muy vinculado al tipo, pero que en su primer cuplé quisieron recordar la polémica de los puntos en las chirigotas finalistas del 2016. Una actuación que culminó la función cálida del Gran Teatro, para regresar al frío callejero de la noche cordobesa.