En el marco del Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en coordinación con la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga desarrollaron las operaciones denominadas Colum y Patred, donde se detuvieron a cuatro personas y se investigaron a otras nueve más y se intervinieron más de 3.700 piezas arqueológicas en distintas localidades de las provincias de Málaga, Córdoba y Tarragona.

Según informó el Instituto Armado en un comunicado, el pasado mes de diciembre de 2016 se inició la operación Colum cuando se detectaron en la localidad de Ronda (Málaga) la presencia de varios restos arqueológicos arquitectónicos --fustes-- de origen romano. Algunas de estas piezas, según los arqueólogos oficiales, eran similares a las que existían en la antigua ciudad romana de Acinipo (Ronda) en el siglo I d.C. y otras situadas en la zona del término municipal de Cabra.

Continuando con las investigaciones, se pudo constatar que restos similares --columnas--, habían sido adquiridos a varios anticuarios de la provincia de Málaga y estaban siendo utilizados como decoración ornamental en unos jardines de un establecimiento hotelero.

Fruto de la investigación realizada sobre esas transacciones se comprobó que los anticuarios habían confeccionado unos documentos fraudulentos de cesión y compraventa con el objetivo de enmascarar la ilegalidad de las piezas con las que se estaba traficando comercialmente, algo totalmente prohibido debido a la protección especial que tienen los restos arqueológicos, los cuales son considerados bienes de dominio público, siendo inalienables, imprescriptibles e inembargables, y por lo tanto careciendo de validez y efecto cualquier negocio jurídico.

LOS REGISTROS

Identificada la procedencia concreta de esas columnas, se procedió a la entrada y registro del domicilio de unos anticuarios en la localidad de Antequera (Málaga), donde se intervinieron un total de 60 piezas --columnas, basas, bustos, etcétera--. También se realizaron inspecciones y registros en otros anticuarios de las localidades malagueñas de Antequera, Marbella y Estepona así como en el municipio cordobés de Cabra donde se intervinieron dos piezas más.

Igualmente, se pudo constatar que uno de los anticuarios de Antequera tenía un pequeño museo que era completamente ilegal al carecer de la correspondiente autorización de la Junta de Andalucía, recuperando otras 42 piezas arqueológicas.

Paralelamente a estos hechos, se inició la denominada operación Patred ya que los investigadores detectaron como existía un tráfico ilegal de material arqueológico a través de Internet. Fruto de esta investigación se ha podido intervenir 436 piezas --numismático, bisutería, etcétera-- en Torremolinos (Málaga), 3.166 piezas (basas, numismático, bisutería, etcétera-- en Lucena, una ánfora en Pizarra (Málaga), entre otras piezas.