Unos 100 niños de edades comprendidas entre 6 y 12 años han participado en el programa Verano en el Museo, que tiene como finalidad despertar entre los más jóvenes el interés por el patrimonio arqueológico de una forma didáctica y entretenida.

Con este proyecto, que este verano ha cumplido su tercera edición, los niños se acercan a la colección de este espacio museístico desde una perspectiva educativa, participativa y manipulativa.

Centrado en algunos de los contenidos más relevantes del museo, como las pinturas rupestres, el mundo funerario ibérico y el templo de Mitra y con el hilo conductor de la música, los participantes han realizado diversas actividades lúdicas que les han puesto en contacto con esos aspectos.

Para el desarrollo de las diferentes actividades, se han puesto en valor las tres salas de interpretación con las que cuenta el Museo: la sala de Pintura rupestre, la tumba principesca íbera y el Mitreo romano.

En las sesiones han descubierto los primeros instrumentos musicales, la mitología relacionada con los mismos y han practicado con ellos, pudiendo fabricar alguno de percusión y de viento con cañas, como en la Prehistoria, metalófonos orientalizantes y una lira íbera.Este último instrumento, realizado en cartón y cuerdas de goma tensadas, se ha comparado con iconografía cerámica y van a poder disfrutarla y manipularla en casa este verano.

También los pequeños pudieron observar las labores de conservación que se están realizando en el Museo.