El espíritu medieval, una de las etapas más brillantes de la historia de Cabra, llenó al completo a lo largo del último fin de semana de mayo, cada una de las calles y rincones del núcleo principal del barrio de la Villa en el que durante varios siglos se articuló el núcleo primitivo de la ciudad entorno al que fuera el castillo de los condes de Cabra.

Organizadas por la asociación de vecinos San Rodrigo, con la colaboración de las delegaciones municipales de Feria y Fiestas y de Turismo, comenzaron con el pregón a cargo de Juan Ramón Pérez, delegado municipal de Medio Ambiente y la coronación de su reina y damas.

En ellas, no faltó el mercado de artesanía y de productos agroalimentarios con un buen nutrido número de tenderetes, junto a un variado programa actividades con un campamento militar infantil y una ludoteca gigante, una serie de rondas musicales itinerantes y distintos espectáculos de baile y de calle junto a otras de carácter circense donde no faltaron acrobacias y malabares.

Una edición que como cada tres, recuperó la visita guiada al castillo que organizada por la comunidad educativa escolapia del colegio San José, permitió conocer, una vez más, a través de la representación de distinas escenas históricas, momentos brillantes vividos hace seis siglos.