U n buen número de agricultores egabrenses secundaron el pasado 14 de febrero la convocatoria promovida desde las distintas organizaciones agrarias en general, y de la Cooperativa Olivarera Virgen de la Sierra de Cabra en particular, para sumarse a la concentración de tractores y todoterrenos convocada en Lucena, sumando sus tractores y vehículos a la salida que a las 10.30 horas tuvo lugar desde sus instalaciones, ubicadas en la antigua carretera a Doña Mencía, bajo el lema Movilización por un precio justo para el aceite de oliva y para la que el Ayuntamiento y la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Cabra (AECA) mostraron desde el primer momento su apoyo.

La protesta, que fue calificada como éxito por las organizaciones Asaja Córdoba, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, desbordó todas las previsiones. Participaron entre 6.000 y 8.000 tractores y todoterrenos y más de 10.000 agricultores, según la organización, cifra que la Subdelegación del Gobierno central de Córdoba bajó a unos 4.000 y 5.000 vehículos.

CORTE SIN AUTORIZAR / Cortaron la autovía A-45 desde las 10.30 horas en sentido Málaga desde el kilómetro 56, no estando autorizado el corte en dirección Córdoba, donde la Guardia Civil dispersó sobre las 15.30 horas a los manifestantes que ocupaban la vía en ese sentido y donde los antidisturbios tuvieron que emplear botes de humo ante un grupo minoritario de agricultores que querían mantener la protesta.

Una gran tractorada en la que se hizo visible la grave situación por la que atraviesa el sector, en una gran jornada reivindicativa de la que fue quizá la manifestación más multitudinaria de las que se recuerdan en la provincia en años, y donde la tónica más común fue la indignación de la mayoría de los manifestantes ante la falta de soluciones al campo por parte de los partidos políticos y también de las administraciones.

Entre las demandas de las organizaciones convocantes se encuentran la adopción de medidas de apoyo que palien los graves perjuicios que está sufriendo el sector agroganadero por los desequilibrios que aún persisten entre los distintos eslabones de la cadena en la conformación de los precios y la falta de rentabilidad que sufren las explotaciones, además de otras que contribuyan al mantenimiento del medio rural y el espacio natural.